Tras más de 30 años en las Grandes Ligas (MLB), el árbitro cubano Ángel Hernández se retira de forma inmediata y deja entre su legado un sinfín de decisiones polémicas y dos demandas perdidas contra la principal entidad beisbolera del mundo.
Major League Baseball emitió el lunes una declaración a los medios de parte de Hernández, mediante la cual el veterano umpire confirmó su adiós. Ambas partes negociaron durante dos semanas un acuerdo financiero antes de llegar a la resolución en las horas recientes, según Usa Today.
“Comenzando con mi primer juego de Grandes Ligas en 1991, he tenido la gran experiencia de hacer realidad el sueño que tuve desde niño de ser umpire en las Mayores”, señaló el nacido en La Habana en el comunicado.
“No hay nada mejor que trabajar en una profesión que realmente disfrutas. Atesoro la camaradería de mis colegas y las amistades que hice en el camino, incluidos los encargados de los vestidores en todas las ciudades que visité”, prosiguió.
Pese a todo, Hernández expuso que “he decidido pasar más tiempo con mi familia” y dejó claro su orgullo de laborar por tanto tiempo en el sistema de la MLB.
En su currículum aparece que trabajó en tres Juegos de Estrellas (1999, 2009 y 2017), 12 Series Divisionales, ocho Series de Campeonato y dos Series Mundiales (2002 y 2005). Antes de llegar a la Gran Carpa, actuó en la Liga Estatal de la Florida, Liga de Carolina, Liga del Sur, la Asociación Americana y la Interaliada en Venezuela.
Residente en la Florida, resultó uno de los dos árbitros de MLB asignados en el partido de exhibición entre los Rays de Tampa y la selección de Cuba, celebrado en el estadio Latinoamericano de La Habana, en 2016.
A los 62 años, trabajó su último juego el 9 de mayo pasado en la victoria de los Medias Blancas de Chicago sobre los Guardianes de Cleveland (3-2) en el Guaranteed Rate Field. Desde el 2005 no actuó en Series Mundiales.
Hernández, calificado por algunos como el árbitro más controvertido del béisbol, presentó una demanda por discriminación en 2017 contra la MLB, alegando que fue ignorado para un puesto de jefe de equipo y asignaciones de Serie Mundial debido a su raza.
El hecho fue desestimado en el Tribunal de Distrito de Estados Unidos en 2021, otorgando a la MLB un juicio sumario. El Tribunal de Apelaciones del Segundo Circuito de Estados Unidos confirmó la decisión el año pasado.
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