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“Nunca es tarde si la dicha es buena”, reza un refrán que engrandece el presente de la judoca cubana María Celia Laborde después de oficializarse este miércoles su presencia en la delegación de Estados Unidos para los Juegos Olímpicos de París 2024.
Aunque su nivel deportivo nunca se puso en dudas, la vida y las decisiones personales postergaron su debut bajo la sombra de los cinco aros: no estuvo en Río de Janeiro 2016 ni tampoco en Tokio 2020; sin embargo, esta guerrera de los tatamis no cejó en su empeño y, a sus 33 años, buscará la gloria en el principal escenario deportivo del mundo.
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Un sueño más cumplido, escribió en su perfil en Facebook al reaccionar a la noticia, y las felicitaciones no cesan.
En representación de su país natal, la pequeña atleta obtuvo el bronce por equipos en el Campeonato Mundial de 2013 y regresó al podio el año siguiente con un tercer lugar individual en la categoría de 48 kilogramos, en la cita planetaria de Cheliabinsk, Rusia, cuando era una de las favoritas al metal dorado.
Pocos después dominó la división en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz, México. Justo ahí abandonó la delegación, cruzó la frontera y se perdió de los radares competitivos.
Valga mencionar que Laborde siempre tuvo los atributos necesarios para mantener los logros de un peso muy laureado dentro del deporte cubano, ya que antes pasaron estrellas del nivel de Legna Verdecia, Amarilis Savón y Yanet Bermoy.
Después de mudarse a Estados Unidos, Laborde recibió la ciudadanía en 2022 y comenzó a competir esa misma temporada. Ya en 2023 hizo historia como la primera exponente de esa nación en obtener una medalla en el Masters Worlds desde 2016, cuando ganó la plata, una hazaña que destacó la página web oficial del judo estadounidense.
Empero, París 2024 no será su debut en lides multideportivas con la bandera de las barras y las estrellas, ya que alcanzó el tercer puesto en los Panamericanos de Santiago de Chile 2023.
El equipo estadounidense lo completan Angélica Delgado, Jack Yonezuka y John Jayne, quienes también lograron sus boletos luego de un extenso proceso clasificatorio mediante ranking mundial y cupos adicionales a nivel continental.
“Este grupo tiene una mezcla de juventud y experiencia y estoy emocionado por el futuro tanto en París y mientras miramos hacia Los Ángeles (2028)”, dijo al sitio el director de alto rendimiento de judo de EE.UU., Eddie Liddie.
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