Un cubano manifestó su indignación en las redes sociales debido a la escasez de antibióticos y antiinflamatorios en las farmacias de Matanzas, cuestionando la calidad de la atención médica en Cuba.
Carlos Martell Díaz, de 60 años, denunció en Facebook que las farmacias carecen de estos fármacos, impidiéndole desde el domingo pasado acceder a los medicamentos necesarios para sanar una herida en una de sus piernas.
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“No hay nada en este policlínico ni en los hospitales, y todavía somos una potencia médica, ¿hasta cuándo van a decir eso?”, dijo, cuestionando la salud pública cubana, ya que en el centro asistencial donde se atiende, solo le curan la herida y no puede hacer más debido al desabastecimiento de las farmacias.
“No han llegado antibióticos esta semana” alertó el señor, explicando que ahora debe comprar la medicina que necesita en el mercado informal, donde puede llegar a costar hasta 1,000 pesos, precisó.
En su denuncia, este señor también resaltó las deficiencias del sistema de salud pública al mencionar que no hay reactivos disponibles en el policlínico para realizar las pruebas de diabetes, lo que le ha impedido determinar si padece o no esa enfermedad.
Además, Martell denunció la falta de libertad de expresión en Cuba al afirmar: “Tú dices algo y te quieren meter preso”. También señaló que, de hacerlo, corre el riesgo de que lo tilden de “problemático” y “terrorista”.
Él enfatizó que no es un terrorista; simplemente es un ciudadano cubano luchando por salvar su pierna en medio de la profunda crisis económica que afecta al país.
“Si me cortan el pie será un inválido en este país”, señaló Martell, quien también denunció que, al igual que otros pensionados, recibiría solo una chequera de 1,500 pesos, una cantidad insuficiente para cubrir las necesidades básicas en Cuba.
"Y te conviertes en un perro tirado en un saco", dijo, haciendo una triste comparación de en qué se convertiría si llegara a suceder.
Por último, señaló que no le debe nada ni a su país ni al gobierno, ya que, a sus 60 años de edad, todavía está trabajando.
El desabastecimiento de las farmacias se suma a la larga lista de problemas que afectan a los cubanos, provocando frustración y malestar en la ciudadanía.
Una anciana cubana denunció en mayo último que hay que pasar la noche a las puertas de las farmacias con la esperanza de, al día siguiente, poder conseguir los medicamentos que se necesitan.
Carmen Pérez Martín compartió una foto en su perfil de Facebook en la que se le ve sentada en un banquito en un portal, mientras aguarda su turno. Muy cerca, otro anciano cabizbajo espera también."Muchos durmieron fuera de la farmacia y a ver si alcanzamos el medicamento que necesitamos. La vida es una sola y estamos de cola en cola. Y seguimos aguantando", lamentó.
En la provincia de Santiago de Cuba, el régimen pretende resolver la escasez de medicamentos dándole prioridad a la elaboración de remedios naturales, informaron fuentes oficiales.
Un reportaje transmitido por el canal Tele Turquino defendió la fabricación de medicamentos de origen natural como una solución “menos invasiva para tratar las dolencias”, sin mencionar las razones de la escasez de fármacos, que obliga a las personas afectadas a recurrir cada vez más a estos remedios.
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