Aves de las unidades de reemplazo de la Empresa Avícola Sancti Spíritus ubicadas en Cabaiguán y Jatibonico son objeto de pruebas de una vacuna de producción nacional con el objetivo de preservar la parvada.
“Es un experimento de una vacuna cubana con la que se persigue alcanzar soberanía en un renglón que siempre se ha importado y que, a raíz de las limitaciones del país para su adquisición, ha traído consigo contratiempos para sacar adelante el reemplazo y se ha atrasado el rebaño en Cuba”, dijo Alieski Quesada Molina, director de la entidad, al periódico oficialista Escambray.
El directivo aseguró que en la actualidad “los animales son viejos porque no se pueden tener sin vacunar por el riesgo de enfermarse”.
A la prueba, que se realiza en la provincia espirituana, le dan seguimiento entidades como Labiofam, quienes son los productores de la vacuna.
Afirmó que el experimento se enfoca en medir las reacciones adversas a partir de que las vacunas tienen diferentes formas de probarse antes de llegar al ensayo clínico.
El procedimiento incluye la vacunación de los animales el mismo día nacen en la panta de incubación.
“En determinados momentos se les han hecho pruebas y, hasta ahora, todas han dado resultados satisfactorios. Hay otro ensayo ahora en el entorno de los 90 y 100 días, que es un período crítico para el animal, y también arroja los resultados concebidos”, comentó Quesada Molina.
Las autoridades cubanas buscan patentar este producto, hecho que se revertería a favor de la salud animal y productiva de esas futuras gallinas ponedoras, aseguran.
Cada año, los efectos de la gripe aviar pone en alerta a los productores avícolas cubanos, desamparados por la escasez de recursos e insumos para prevenir la enfermedad y tratar a los animales, tan importantes en la producción de huevos para el consumo humano.
El pasado año, el Centro Nacional de Sanidad Animal del Ministerio de la Agricultura (MINAG) de Cuba confirmó la presencia de influenza aviar en aves silvestres del Jardín Zoológico de La Habana.
Aunque aseguraron tener bajo control dicha enfermedad, todos los territorios del país se pusieron en alerta para no verse afectados.
Este peligro se suma a la falta de una alimentación adecuada para los animales. Por esta causa, la producción de huevos en Cuba se ha desplomado en más de un 50 %.
En 2023, la falta de piensos y de financiamiento para adquirir la materia prima con que fabricarlos, fueron parte de la ausencia de este producto en la dieta del cubano.
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