Vídeos relacionados:
El sacerdote cubano Alberto Reyes aseguró en una entrevista que la revolución cubana ya se acabó y el gobierno lo sabe, y que si bien puede evitar que la gente se manifieste y salga a la calle, no puede impedir que el pueblo añore la libertad.
El Padre Reyes, un ferviente crítico de la dictadura, afirmó que los cubanos quieren un cambio de sistema, pero que el gobierno no les da la oportunidad de defender su postura ni políticamente ni legalmente, porque tiene el poder absoluto.
Lo más leído hoy:
"Cuando se añora la libertad, es como el agua, que buscará por donde salir. El pueblo está a la espera de una oportunidad de dar un paso y vivir otra realidad; entonces tú me puedes reprimir, pero no impedir que yo ame la libertad, que llegará", subrayó.
Reyes, párroco de la diócesis de Camagüey, concedió una entrevista al portal Voces de Cuba, en la que reveló el que a su juicio es el mayor problema de Cuba: la desesperanza.
"El gobierno ha logrado meter en el subconsciente de la gente la idea de que nunca habrá un cambio, de que esto no va a terminar, de que va a ser para siempre. Sabemos que no es así", recalcó.
"La gente no tiene salida, la situación social económica es cada vez más difícil y complicada; la situación política es cada vez mas represiva, entonces es como un hundimiento de la gente", precisó.
El sacerdote expresó que el cubano ama a su tierra, pero emigra porque su vida en Cuba está llena de problemas y precariedad.
"Como se soluciona esto? Con una Cuba libre, democrática, próspera. Cuando la libertad es el ambiente en el que una sociedad puede vivir, allí empieza a florecer todo", declaró.
"Necesitamos que en Cuba haya una libertad tangible, real, para poder, desde la libertad, ir progresando hacia la vida que los cubanos queremos vivir", detalló.
Reyes es una de las voces más críticas de la dictadura castrista, y para ello se ha servido de su perfil en Facebook, donde mantiene su columna "He estado pensando", en la que denuncia los males del gobierno y la triste realidad del pueblo.
En mayo pasado, anunció que cada noche que quiten la electricidad en su localidad tocará 30 veces las campanas de su iglesia en acción de protesta por los largos apagones que agobian a la población.
"Sonaré 30 veces las campanas de la iglesia, con el toque lento de los cortejos fúnebres, con el toque que anuncia muerte y luto: la muerte agónica de nuestra libertad y de nuestros derechos", dijo.
Esta semana el sacerdote hizo un llamado al pueblo cubano a no conformarse con que la situación del país mejore un poco, sino a luchar por un cambio definitivo como una vía de salir de la crisis.
En otra ocasión, afirmó que el cambio social en Cuba tiene que surgir del pueblo, no vendrá espontáneamente de quienes gobiernan, porque su cotidianidad es tan distinta que les es imposible empatizar con el sufrimiento de la gente.
Todas esas denuncias lo han convertido en una figura incómoda para el régimen, y por ello ha sufrido en carne propia los actos de repudio.
En marzo, Reyes tuvo que suspender la procesión de San José en Esmeralda, Camagüey, después de que las autoridades intentaran cambiar el recorrido, a pese a contar con la autorización de la Oficina de Asuntos Religiosos del Comité Central.
"Hemos decidido que no habrá procesión porque sería un modo de decir 'no pasa nada', y no es verdad. La libertad religiosa es un derecho, no es un favor, no es algo que 'nos conceden benignamente' y que tendríamos que agradecer", señaló el párroco en su muro de Facebook.
Archivado en: