El Consejo de Estado convocó al proceso de rendición de cuentas de los delegados a sus electores, programado del 20 de septiembre al 15 de noviembre de 2024 en todo el país.
Homero Acosta Álvarez, secretario de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) y del Consejo de Estado, explicó que este será el primer proceso en el actual mandato de las Asambleas Municipales, tras el acuerdo del Consejo de Estado de posponerlo en 2023 "por falta de combustible", según justificó el régimen cubano.
Acosta Álvarez destacó la importancia del intercambio y diálogo constante entre los delegados y las circunscripciones que los eligieron. Este proceso, señaló, involucra activamente a las organizaciones de masas, las administraciones locales, los directivos y la población.
Antes del ejercicio de rendición de cuentas, se solicitará que los delegados se incorporen directamente a la preparación del proceso, siendo liberados de sus funciones habituales. Además, se hará un llamado a los diputados de la Asamblea Nacional para que se sumen al trabajo en los territorios, garantizando así la mayor calidad posible durante esta etapa.
La rendición de cuentas es presentada por el régimen cubano como una forma en que el pueblo puede participar en el ejercicio del gobierno. Sin embargo, la población percibe el proceso como una formalidad a la que asiste para "no señalarse", y en el que el supuesto diálogo con el delegado es poco más que una pantomima política.
El ánimo de la población y la posposición del anterior ejercicio
El acuerdo 70-X del Consejo de Estado, adoptado el 9 de octubre de 2023, posponía la realización del proceso de rendición de cuentas para el primer trimestre de 2024.
Para suplirlo, el documento recogía varias acciones, principalmente la liberación de las funciones laborales a los delegados cuya labor lo permitiera, en lo que restaba de 2023, con vistas a incrementar su vínculo y atención permanente a los electores, así como brindarles las informaciones necesarias.
De los 12,429 delegados a las asambleas municipales, fueron liberados de sus funciones laborales 9,901, que representaban el 79.6% del total; de ellos, 5,285 a tiempo completo y 4,616 parcialmente, atendiendo a sus responsabilidades. No fueron liberados 2,392, una cifra que incluía los directivos de las asambleas municipales y otros delegados cuyas responsabilidades no permitieron su liberación.
Entre el 15 de octubre y el 31 de diciembre de 2023, los delegados liberados de sus responsabilidades laborales en todo el país alcanzaron el intercambio directo con más de 2,500,000 electores, según Acosta.
El secretario de la ANPP afirmó que ello permitió recibir 86,755 planteamientos, de los cuales el 74.9% pudieron solucionarse. Además, se efectuaron 69,734 acciones de control a entidades de prestación de servicios de incidencia local en este periodo.
Sin embargo, la percepción de la población en los dos años transcurridos desde las pasadas elecciones es que los delegados han repetido el comportamiento habitual en sus funciones dentro del régimen cubano: votar por unanimidad y justificar los problemas socioeconómicos con los argumentos habituales dictados por Palacio.
"Teniendo en cuenta la situación que atraviesa nuestro país, con la generación eléctrica, el uso de combustible y la afectación de servicios vitales para la población, que pudiera afectar el cumplimiento de los objetivos del citado proceso de rendición de cuenta; el Consejo de Estado ha decidido posponer su realización para el primer trimestre del próximo año", señaló el comunicado oficial tras adoptarse la decisión a causa de la grave crisis de combustible que golpeaba al país.
Pero la sociedad civil independiente de Cuba realizó otra lectura de la suspensión y la atribuyó a los ánimos crispados de la población en tiempos de reiterados apagones y agravadas carencias de alimentos y servicios básicos.
Considerando que la situación y el ánimo de la población no ha cambiado sustancialmente, y que se trata de un proceso ya lastrado durante años por la rutina y el desinterés de los ciudadanos en participar de la convocatoria, son muchos los que se preguntan si las condiciones actuales son propicias para la realización de asambleas.
Opiniones encontradas sobre la participación ciudadana
El llamado de las autoridades ocurre luego de que un grupo de organizaciones de la sociedad civil, bajo la alianza Rendición de Cuentas Ya, enviaran en febrero pasado una carta al Parlamento exigiendo la celebración de las reuniones, que ya habían sido suspendidas en dos ocasiones.
Las asambleas de rendición de cuentas son vistas por algunos como una oportunidad limitada para que la población exprese sus opiniones ante los representantes del régimen. En declaraciones a Martí Noticias, Frank Abel García, subsecretario ejecutivo de Candidatos por el Cambio, consideró que las asambleas "representan el único espacio mínimamente democrático que tiene la población para expresar sus opiniones ante los representantes del régimen".
No obstante, subrayó que se trata de "un espacio muy restringido en el que incluso se le niega la participación a las personas que se oponen abiertamente al régimen, pero que no deja de ser el único que tiene la población para expresar sus opiniones ante estas personas que representan los intereses del poder".
García consideró que la crisis del país, el éxodo masivo que afecta a cientos de miles de familias rotas y la desesperanza reinante, podrían ser favorables para que las asambleas de rendición de cuentas se conviertan en verdaderos focos de denuncias ciudadanas.
Por otro lado, la presidenta de la Comisión Permanente de Trabajo de Órganos Locales en la ANPP, Miriam Brito Sarroca, afirmó que la rendición de cuentas de los delegados a sus electores es de gran importancia porque permite a los electores conocer, evaluar y pronunciarse sobre la gestión de sus representantes en un período determinado.
Sin embargo, la opositora Martha Beatriz Roque Cabello opinó que estas asambleas no resuelven nada y que aún los cubanos tienen miedo a marcarse al hablar.
Después del histórico estallido del 11 de julio de 2021 (11J), los cubanos consideran más efectivas las protestas ciudadanas que, desde entonces, se han hecho frecuentes, tanto en las calles como frente a las oficinas del Poder Popular, del Partido Comunista de Cuba y otras estructuras de gobierno.
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