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El Observatorio Cubano de Conflictos (OCC) contabilizó 671 protestas y denuncias públicas en la isla durante junio, una cifra que refleja el alto nivel de descontento social y la oposición creciente contra el régimen comunista.
Según señala el más reciente informe del OCC, el total resulta ligeramente inferior al de mayo (716), pero ratifica el estado de inconformidad ante un gobierno que recurre a "la represión para retener el poder, mientras su estrategia energética volvía a fallar y su abandono de la construcción de viviendas y el saneamiento ambiental explotaba en forma de derrumbes e inundaciones".
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Sin dudas, la inflación económica matizada por una persistente crisis de combustibles, escasez de alimentos normados e insumos médicos, entre otras problemáticas, avivan el fuego en un país que cada día se asemeja más a una olla de presión a punto de estallar.
El texto indica, además, que las protestas y denuncias tuvieron como respuesta los arrestos de decenas de participantes en congas y cacerolazos; condenas de cinco a siete años de prisión contra cinco activistas por salir con carteles a la calle y subir un video a las redes; acoso contra religiosos, comerciantes privados, artistas, filántropos y otros actores de la sociedad civil.
No se hicieron esperar las detenciones arbitrarias, atropellos y encausamientos contra opositores y periodistas independientes; mientras las quejas por los servicios públicos se incrementaron, en su mayoría por los continuos apagones, los problemas con el servicio de agua potable y la falta de atención al saneamiento urbano.
"La inseguridad ciudadana acaparó en junio 102 manifestaciones de disgusto. En un encuentro con jóvenes estadounidenses, Díaz-Canel aseguró que en Cuba no hay desaparecidos ni asesinatos, pero solo en el sexto mes del año el OCC registró 21 denuncias sobre personas desaparecidas y 27 sobre asesinatos u homicidios", apunta el texto.
Otro número de protestas estuvo relacionado con la salud pública y la creciente expansión de oriente a occidente de la fiebre del Oropouche, en tanto la alimentación continúa preocupando a los pobladores de la isla tanto por la escasez como por los altos precios.
"Por primera vez, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) incluyó a la población infantil cubana entre las que sufren pobreza alimentaria grave", refirió el informe, que apuntó también al aumento de la mendicidad, el trabajo infantil, los derrumbes asociados a las intensas precipitaciones y el mal estado del fondo habitacional.
De acuerdo con el OCC, las protestas y denuncias espontáneas contabilizadas representan un 38.3 por ciento más que las 414 manifestaciones contestatarias registradas en el mismo mes de 2023 y abarcaron las 15 provincias del país, así como el municipio especial Isla de la Juventud.
Hace apenas un par de días, vecinos de la calle Reina, en el municipio de Centro Habana, interrumpieron el tráfico en la vía como protesta por la falta de agua y la pésima gestión del gobierno para resolver el asunto.
“Los manifestantes exigieron el suministro de agua, aunque fuera mediante camiones cisterna”, expuso Cubanet al hacerse eco de este evento.
Algo parecido sucedió en La Habana Vieja, donde decenas de cubanos se concentraron en la intersección de las calles Egido y Acosta para protestar por la escasez del vital líquido, ya que el gobierno no les había ofrecido ninguna solución, según un video compartido igualmente por el medio independiente.
Hace tres semanas, luego de más de dos meses sin agua potable, los residentes del poblado villaclareño de Ecoa 13, en la carretera a Camajuaní en Santa Clara, cerraron la avenida en protesta por la negligencia de las autoridades y reclamaron el restablecimiento del servicio.
Los manifestantes confirmaron que llevaban más de dos meses sin el líquido, por lo que se lanzaron a la calle a cerrar el tráfico al grito de "queremos agua".
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