El economista Pedro Monreal advirtió sobre el empantanamiento que tiene la retórica de los dirigentes cubanos, tras analizar el informe de la prensa de la isla sobre la última reunión del Consejo de Ministros.
“La nota sobre la reciente reunión del Consejo de Ministros de Cuba revela un órgano de gobierno empantanado en una retórica gastada, una comunicación nebulosa de resultados y acciones, y un equipo económico aparentemente perplejo frente a la macro desestabilización del país”, apuntó Monreal en X, espacio que utiliza para analizar la economía cubana.
También expuso su preocupación por el hecho de que esta reunión mensual que realizan desde la cúpula dirigente del país, antecede a la sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), a realizarse el próximo 17 de julio en el Palacio de las Convenciones de La Habana.
“Para ser la reunión previa a la sesión del Parlamento en julio, la nota sobre el Consejo de Ministros es parca en datos y los sustituye por alusiones imprecisas. Informa sobre el hecho conocido de que la economía decreció en 2023, pero continúa ocultando la cifra concreta”, alertó el destacado economista, cuyas opiniones son compartidas por muchos cubanos.
En la mencionada reunión, el ministro de Economía y Planificación, Joaquín Alonso Vázquez, se refirió al comportamiento de la economía al cierre de 2023, una actividad que “muestra un decrecimiento respecto al año anterior, y del estimado del primer semestre de 2024”, reseña la nota publicada en el diario oficialista Granma.
Asimismo, Granma señala que el primer tema será abordado en la sesión de la ANPP, mientras que el segundo, sigue “siendo compleja la situación”.
Precisamente, esta declaración suscitó el criterio de Monreal que busca despertar un análisis más profundo de lo que se puede resumir por el órgano oficial del Partido Comunista de Cuba, el Granma.
“Se hace referencia, de manera enredada, respecto al “comportamiento” de la economía en el 1er semestre de 2024, sin precisar dato alguno de crecimiento o decrecimiento del PIB. Se dijo que la situación sigue siendo compleja, lo que parece indicar que continúa la estanflación”, destacó el economista.
Montreal cuestionó sobre la afirmación, sin datos, que habla de un incremento “desmedido” de precios, a lo que el gobierno califica de “un asunto totalmente especulativo”. "La especulación pudiera influir, pero la inflación es principalmente resultado de la baja capacidad de respuesta de oferta y de un déficit fiscal monstruoso”, agrega.
Aseveración que resulta preocupante, más cuando se comprende que “si el equipo económico ministerial de veras considera que la inflación desatada desde el “ordenamiento” se debe a la especulación y no a las transformaciones estructurales que provocó el "ordenamiento", entonces la van a tener muy difícil para resolver los entuertos actuales”, alertó.
En otro mensaje, Monreal critica la manera en que la redacción establecida por el medio llega a confundir al lector.
"Un déficit planificado para 2024 equivalente a 18,5% del PIB no es el tipo de cosa que puede ponerse en una misma oración que incluya “estabilización macroeconómica”. Ese fue el centro del “plan” que se presentó, pero ahora parece que esa “criatura” causa espanto”, acusó.
Mientras, apuntaba que “la solución propuesta para reducir el déficit parece imprecisa y más bien descansaría en un evento fortuito: la “inejecución” de gastos planificados probablemente asociados a la carencia de divisas que no permiten ejecutar gastos en moneda nacional en el marco de programas”.
En términos generales, el economista citó dos cuestiones que consideró, una poco relevante, cuando en el reporte se refieren a la preparación del Plan de la Economía y el Presupuesto del Estado para 2025. “La experiencia indica que esa preparación funciona más bien como una especie de gimnasia burocrática y como un acto de fe ideológica”, agregó.
La segunda, a su entender más llamativa, sobre la mención a “posponer e incluso paralizar las inversiones que no sean imprescindibles”. Sobre este particular hizo dos observaciones: "sin inversión no hay ni crecimiento ni desarrollo, y hasta ahora las inversiones “imprescindibles” han sido las del turismo, ¿continuarán?”, cuestionó.
Por último, alertó que el mantenimiento del relato de “economía de guerra”, utilizado para justificar el intento de dominio total, “no es tanto que haya “economía de guerra”, sino que habría que creérselo”.
Durante igual reunión celebrada en el mes de abril, este mismo órgano de gobierno confirmó el agravamiento de la crisis económica en Cuba.
En aquella ocasión, el primer ministro Manuel Marrero Cruz dijo: “es verdad que no se podrán lograr los mejores niveles productivos, ni de rendimiento, pero sí es posible ir avanzando si explotamos al máximo la inteligencia colectiva”. Un planteamiento que ofrece pocas soluciones a un contexto cada vez más difícil para la sobrevivencia del cubano.
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