En medio del silencio oficialista imperante ante la muerte de Carlos Massola, la Asamblea de Cineastas Cubanos publicó este jueves, más de 24 horas después del deceso, un tímido texto en el que lamentó la muerte del artista, al tiempo que echó mano de eufemismos en un par de ocasiones para aludir a la rebeldía política del actor.
“En el día de ayer falleció, a los 62 años, nuestro querido Carlos Massola, excelente actor de teatro, cine y televisión, a menudo excluido por su postura cívica”, deslizó la entidad en eufemística referencia a la postura política del artista y a la censura que tal actitud le acarreó.
La Asamblea de Cineastas, creada en 2022 e independiente del ICAIC -aunque sabido es que para los "independientes" hay límites en Cuba-enumeró a continuación la participación de Massola en filmes como Juan de los muertos, Pata Negra, Omega 3, Corazón azul, Agosto y Una rosa de Francia, así como en telenovelas y otros dramatizados de la televisión cubana.
“Muchos personajes llevaron la impronta de su talento, carisma y autenticidad. Se destacó por su capacidad para interpretar villanos, en contraste con su vida personal siempre comprometida con las causas que consideró justas”, añadió la publicación en un segundo guiño al posicionamiento político del fallecido, aunque siempre hablando en clave.
“Cercano a muchos cineastas y artistas que conforman esta Asamblea, sentimos su pérdida. Ahí estarán por largo tiempo sus apariciones en la pantalla para recordarlo. Llegue a sus familiares y amigos nuestro más sentido pésame”, concluye el texto.
“Un gran actor discriminado por su postura política, no cívica"; "Pienso que se demoraron demasiado en hacer esta publicación. Gracias a Dios el apoyo en las redes ha sido impresionante"; respondieron dos comentaristas que no quedaron satisfechos con el texto de la Asamblea, ni por el tono ni por lo tardío de la reacción.
La Asamblea de Cineastas Cubanos es una organización integrada por profesionales del sector audiovisual en Cuba, surgida en respuesta a la necesidad de contar con un espacio donde pudieran reunirse y debatir sobre la situación del cine en la isla, especialmente frente a las restricciones y desafíos que enfrentan en su trabajo.
Sus objetivos incluyen justamente la defensa de los derechos laborales y creativos de los cineastas cubanos, asegurando condiciones para desarrollar su trabajo de manera libre y sin censura. Además, busca fomentar la producción de cine independiente, ofreciendo un espacio para el desarrollo de proyectos que reflejen la diversidad y riqueza cultural del país.
La muerte del actor Carlos Massola, que en los últimos años elevó su voz en numerosas ocasiones contra el gobierno cubano, ha sido completamente ignorada por las autoridades de Cultura en las últimas horas.
Hasta el momento ninguna institución cultural oficial cubana se ha hecho eco en sus perfiles en redes sociales de la muerte del actor.
Ni la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), ni el Ministerio de Cultura (MINCULT), ni el Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT), ni el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) se han pronunciado sobre la muerte del artista.
Tampoco han hecho referencia alguna al lamentable suceso los noticieros culturales de la televisión, ni la prensa escrita.
A pesar de ello, no le ha faltado a Massola en las últimas horas el reconocimiento y el espontáneo homenaje de muchos de sus colegas, así como tampoco el cariño del pueblo, que ha apreciado el valor que tuvo el actor de manifestar sin censura, ni eufemismos, sus ideas políticas.
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