El tercer período ordinario de sesiones de la X Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) parece haber provocado un sisma entre las filas de los partidarios de la llamada “revolución”, y una de las últimas voces que han salido a manifestar el malestar tras el cónclave ha sido la del escritor y cineasta Eduardo del Llano.
Reconocido partidario de la “revolución cubana”, izquierdista y polémico personaje de la cultura oficialista de la Isla, Del Llano utilizó sus redes sociales para criticar al gobierno de Miguel Díaz-Canel, que en fechas recientes puso en marcha nuevas leyes y rindió cuentas ante la ANPP sin asumir la responsabilidad por el desastre socioeconómico creado por su gestión.
“Si la izquierda se tratase de aceptación ciega, yo no sería de izquierdas. Creer en un sistema no significa apoyar todo lo que se hace en su nombre. Expongo algunos ejemplos de una lista mucho más larga…”, dijo el creador en una publicación de Facebook.
Entre sus desacuerdos, el cineasta expresó que “hay que escuchar a los economistas que saben, y no a los ideólogos sin puta idea del asunto”.
Precisamente, los informes presentados por el gobierno de Díaz-Canel ante la ANPP recibieron las críticas de destacados economistas que ocuparon altos cargos dentro del régimen cubano, como la expuesta por Juan Triana Cordoví en el blog de Silvio Rodríguez.
“Hay que informar a la gente, no sólo de a quién truenan y por qué, sino de cómo sigue la cosa. Hay que darle continuidad a las noticias. La información no es alpiste”, señaló también Del Llano, aludiendo a la destitución del exministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, del que no se ha vuelto a tener noticia tras prometer el régimen una investigación exhaustiva y transparente.
Los presos políticos y las “penas monstruosamente excesivas” que recibieron los manifestantes del 11J también ocuparon espacio entre las críticas del escritor. “Mientras no se instrumentalice el ejercicio del derecho a la manifestación pacífica, esa zona de la Constitución es una mentira”, dijo, rompiendo una lanza a favor de los inocentes que permanecen en las cárceles por ejercer su derecho a manifestarse.
“Las expulsiones de profesores universitarios por expresar sus ideas, la regulación de ciudadanos y el destierro son tan vergonzosos como los actos de repudio. No descarto que existan razones de seguridad que haya que mantener en secreto, pero mi imaginación no acierta con ninguna que pudiera justificar esos hechos concretos”, señaló también Del Llano.
Partidario del diálogo como vía para dirimir las diferencias, el intelectual abogó por la necesidad de “aceptar como interlocutores a voceros u organizaciones civiles espontáneas como la Asamblea de Cineastas”, Aunque reconoció no pertenecer a ella, afirmó que reconocía “su legitimidad”.
Por último, y echando mano de su capacidad satírica, Del Llano propuso “contratar al menos un ministro flaco, y que siga siéndolo un semestre después”.
“No es tan grave que no sepa mucho del ramo, si total...”, concluyó el creador, asumiendo con resignación la incompetencia de los dirigentes cubanos y la pancista desfachatez del gobierno de la “continuidad” que lidera Díaz-Canel.
Habrá que ver cómo sientan sus críticas a la no primera dama y funcionaria del ministerio de Cultura, Lis Cuesta Peraza, férrea defensora de la belleza de su "mango" y "dictador de su corazón", quien aplaudía recientemente el estreno del documental "Democracia", realizado por Del Llano y presentado durante el vigesimaoctavo Festival del Humor Aquelarre 2024.
En abril de 2020, en otra de sus publicaciones de sus redes sociales, Del Llano defendió la idea del pluripartidismo en Cuba y de que todos los ciudadanos gozasen de libertad para escoger libremente su filiación política.
"Me parece que es hora ya de aceptar la oposición como parte integrante del concierto nacional dentro del país (por supuesto dentro de ciertos límites, todas las sociedades tienen sus límites). Pero en principio, la posibilidad de exponer tus ideas es un derecho", sostuvo.
Sin embargo, en septiembre de ese mismo año, el realizador aseguró que apoyaba lo que las personas opuestas al régimen totalitario cubano llaman "la sangrienta dictadura castrista".
"A ver si entienden de una vez que YO APOYO eso que ustedes llaman ‘la tiranía’ y ‘la sangrienta dictadura castrista’…No es un apoyo incondicional: no soy militante, nadie me paga, me soborna o amenaza; critico lo que entiendo que está mal desde aquí y desde hace tiempo, cosa que la inmensa mayoría de ustedes no hizo, pero lo apoyo no por lo que pueda tener de dictadura, sino por lo que desde luego tiene de libertario y antimperialista", manifestó.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: