Una publicación en redes sociales anunciando la próxima apertura del Hotel K23, el rascacielos propiedad del Grupo de Administración Empresarial S.A. (GAESA), provocó una oleada de comentarios críticos e indignados por la promoción de un negocio en poder de la cúpula del régimen cubano, que contrasta con la deprimida realidad económica y social de Cuba.
“Cada vez queda menos para que el Hotel Torre K ilumine las noches del Vedado”, anunció en Facebook la empresa de recargas telefónicas y envíos aCuba. Al momento de redactar esta nota, la publicación lleva recibidos más de 220 comentarios en menos de 10 horas, la mayoría de ellos expresando rechazo hacia la millonaria inversión en tiempos de aguda crisis en la Isla.
La falta de inversión en hospitales, escuelas, medicamentos, vivienda e infraestructuras públicas fue denunciada por muchos de los usuarios. Otros recordaron la destrucción del patrimonio y las viviendas en la capital, o los montones de basuras que se acumulan en sus calles. La mayoría consideró la construcción del hotel como una ofensa al pueblo cubano.
“Cada vez queda menos para que ilumine con su luz ese hotel… y cada vez quedan menos esperanzas y menos deseos de vivir en un país donde el hambre, la tristeza, la desesperanza y la incertidumbre envuelve a sus habitantes y hasta les resta luz en su alma. Es una tristeza muy grande y un dolor que se agranda cada día más. Es muy triste”, dijo Danaidi Lorenzo.
“Es más que triste lo que están pasando los cubanos de a pie. Con las miserias inhumanas que viven los cubanos. Lo peor es que solo tenemos una vida para vivirla, y con tantas necesidades y miserias. Porque así lo quieren los tiranos dictadores. ¡Qué viva el pueblo cubano!”, le contestó Hilda Karafotia.
“Hermoso hospital”, observó irónico el usuario identificado en Facebook como ‘Woody Alguacil Cubano’. “Ampliación del Ameijeiras”, le contestó sarcástica Neysa Amparo García Quiala.
“Lamentablemente no es un hospital ni son viviendas para el pueblo. Es un hotel y oficinas para extranjeros. El bloqueo cruel no nos deja construir hospitales o viviendas, solo hoteles”, señaló cáustica Leslie Cruz.
“Es el monumento para el Reordenamiento”, bromeó Viktor Russo. “Es una falta de respeto lo que tienen con el pueblo. Cuba entera con hambre, los apagones a la orden del día, sin medicamentos… y estos buenos para nada alabando lo mal hecho”, protestó Aricelys Pérez.
“Para que permanezca vacío, como los demás”, observó Habana Morales. “¿Y ese hotel por las noches se encuentra tan iluminado? Si es así, la UNE debe tomar medidas, al igual que el Ministro correspondiente a esta esfera de la economía. No lo digo yo, sino se deduce de la Asamblea que acaba de concluir. ¡Ponle corazón, somos continuidad!”, se mofó Mayita De La Torre.
“Es como una lámpara recargable erguida en el corazón del Vedado... que iluminará la Habana en el momento del apagón...”, dijo Kirenia Hernández. “Así mismo, muchos que viven en el interior del país no saben que le quitarán más la electricidad para tenerlo siempre iluminado”, opinó Josefa Ventura.
“¡Con tantas viviendas cayéndose a pedazos!”, se lamentó Tamara Carrillo Azcanio. “Construimos la Torre K para recibir turistas que no vienen, y mientras, hay miles de familias en condiciones precarias, durmiendo en albergues, sin esperanzas de vivienda, y en las que ya han nacido más de dos generaciones. Bonito logro”, remató Miguel Suárez.
“Es un monumento a la desvergüenza ante la otra Habana, la que se cae a pedazos, la de los montes de basureros y los mercados vacíos. La del sufrimiento y la desesperanza”, indicó Joel Labrada.
“Símbolo de la grandeza del ego de nuestros barrigones. Construcción de un hotel en medio de tanta pobreza material y espiritual. Un país entero sin alimentos, medicamentos, ambulancias, artículos de primera necesidad, transporte público, casas, edificios y demás inmuebles en pésimas condiciones, muchísimo con peligro para la vida, apagones …. Y un largo etcétera de calamidades y vida pedestre”, criticó Josefa Ventura.
“Hotel construido con todo el dinero que roba GAESA al pueblo cubano. Eso debería ser demolido y con ese dinero fabricar hospitales, colegios, que bastante hacen falta, y sobre todo supermercados”, propuso Casa Cubana. “Solo una lavandería puede construir semejante perversidad en medio de tanta miseria”, concluyó Antonio Gómez Sotolongo.
El hotel K23 es propiedad del grupo hotelero Gaviota, perteneciente al conglomerado empresarial militar GAESA. En octubre de 2023, se acordó que la gestión del inmueble quedará en manos de la compañía española Iberostar.
El edificio tiene prevista su inauguración en 2024, aunque su primera fecha de apertura estaba planeada para abril de 2022. Su entrada significará el cuarto hotel que operará la cadena española en la capital cubana, junto a otros 19 hoteles en los restantes principales destinos turísticos del país, como Varadero, Cayo Guillermo y Holguín.
En fechas recientes, la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) publicó que Cuba recibió un total de 1,680,485 viajeros durante el primer semestre del presente año. Se trata de un aumento del 101,1%, es decir cerca de 18,845 más con respecto a igual periodo del año anterior, precisó el informe.
Los datos oficiales han sido puestos en duda por el economista Pedro Monreal. Pero es la propia realidad la que pone en evidencia la decadencia del sector turístico en Cuba, con las calles del país vacías de turistas y las redes sociales llenas de testimonios de visitantes extranjeros expresando quejas por la calidad de los servicios turísticos y la tristeza que produce viajar a un país arruinado, militarizado y sin libertad.
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