Jorge Rodríguez, conocido como “El Ingeniero de la Salsa”, nació hace 56 años en Santiago de Cuba, pero ha saltado a la fama por ser el profesor de salsa preferido por los famosos en Argentina.
Aunque amaba su tierra natal, que es además el terruño donde nació el amor y la pasión por el baile, tuvo que emigrar decidido a buscar un futuro mejor para él y su familia, así lo contó al portal de noticias Infobae.
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“Tú tienes que ser ingeniero mecánico”, le pidió su padre; sin embargo, aunque cumplió con ese deseo, su corazón le señalaba otro rumbo: el arte vibraba dentro de él.
Rodríguez confesó que se dedicó a “eso” durante un año, pero después de colgar el título en casa de su padre, decidió entregarse al baile.
Lo de "ingeniero" surgió más tarde como un apodo: “El Ingeniero de la Salsa,” una vez radicado en Argentina.
Hace casi tres décadas desembarcó en esa nación, donde ha desarrollado una carrera ligada a la danza, que le permitió recorrer varios programas de televisión y entrenar a figuras como Graciela Alfano, Claudia Villafañe y Alberto Cormillot, entre muchos otros.
“Y hoy, además de dar clases en La Viruta y organizar eventos, se ocupa de animar las fiestas de las celebridades que lo aman”, apuntó Infobae.
Declaró al portal de noticias que el arte siempre estuvo desde su niñez. “Crecí en un hogar en el que había mucha música. Mis padres, Jorge Antonio y Emilia, siempre bailaban, sobre todo los domingos”.
Admitió que en su niñez no le faltó nada. Sin embargo, ya siendo veinteañero, y luego del derrumbe del campo socialista y la llegada del “Período Especial”, otra fue la realidad.
En ese entonces estudiaba Ingeniería Mecánica, pero se mantenía vinculado a las actividades culturales, que era su verdadera pasión.
Aunque llegó a graduarse, ya la situación económica en Cuba se deterioraba: “Y lo que se dijo en ese momento era que había que vivir con lo justo. De hecho, recuerdo que, en un congreso de mujeres, Fidel Castro dijo: ‘Guarden esos vestidos que tienen porque el año que viene los van a tener que usar otra vez’”.
Rodríguez admitió que, a él, lo salvó la música y el baile: “Porque canalicé todo por ahí y no me dejé angustiar por la crisis”.
Por el ’96 conoció a unos argentinos que lo invitaron a hacer un intercambio. “Yo, obviamente, les dije que sí. Pero pensaba que no se iba a concretar, hasta que un día me llegó la carta de invitación con el pasaje para que viniera a conocer este país”.
Aunque inicialmente la estancia era solo por tres meses, vio la oportunidad de trabajar y dar clases de baile en una escuela que se llamaba Danzario Americano, “que fue donde comencé mi carrera profesional en la Argentina”.
Para quedarse en Argentina, se dio a la tarea de encontrar a una mujer con la cual, a cambio de dinero, contraría nupcias.
“A través de una amiga, di con una chica a la que le pagué mil dólares para que se casara conmigo. Ella no tenía ningún problema en contraer enlace y le venía muy bien ese dinero. Además, siendo mi esposa tenía la ventaja de poder estudiar teatro en Cuba con una beca en lugar de tener que pagar los honorarios de los turistas. O sea que era beneficioso para los dos”, apuntó a Infobae.
Ya con un estatus legal, comenzó su vertiginoso ascenso profesional: “Empecé a tener mucho trabajo con el tema del baile, los talleres, las animaciones y de los shows. También con las charlas de cultura afrocubana. En Punta del Este tuve la oportunidad de conocer a figuras como Ricky Martin o Valeria Mazza”.
Conocido como “el profesor favorito de los famosos”, por las manos de Rodríguez han pasado personalidades como Grace Alfano, Catherine Fulop, el doctor Alberto Cormillot, Claudia Villafañe, Karina Rabolini, Mora Godoy, entre otros.
Admitió que gracias a su trabajo, a conocido a muchas personas famosas, como es el caso de Diego Maradona.
De su vida personal, explicó que en Cuba aún tiene a su mamá y a cuatro hermanas, “porque mi hermano mayor falleció”.
Señaló que visita a Cuba cada dos o tres años. “Mi última visita fue en junio. Y es duro, porque uno se encuentra con un país que está en una situación bastante difícil. La que vive ahí es mi gente. Y duele. Yo, obviamente, ayudo a mi familia. Pero a veces estoy aquí y pienso que me gustaría estar tomando un café con mi mamá, cuando ella está tan lejos”.
Sobre la situación política en Cuba, Rodríguez apuntó a Infobae que el pueblo “merece el derecho a elegir en qué sistema sociopolítico quiere vivir”.
“A mí me gusta mucho cuando Silvio Rodríguez dice que, a veces, a la palabra ‘revolución’ hay que sacarle la ‘r’ para que empiece la ‘evolución’. Porque estamos hablando de una revolución del año 1959 cuando estamos en el 2024 y el mundo es otro”, añadió el famoso bailarín cubano.
“Hoy hay otras generaciones que tienen nuevas inquietudes. Y por eso yo pienso que no se justifica que mi país no pueda tener el derecho a elegir su destino. Por lo menos el derecho, después veremos qué pasa. Pero yo, desde que nací, solo vi una opción que era la del Partido Comunista de Cuba”, subrayó.
De su esperanza de vivir otra vez en Cuba, dijo: “Si cambian las cosas, si se ve alguna apertura en cuanto a lo sociopolítico, claramente viviría en Cuba. Pero en esa Cuba que todavía no conocemos”.
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