Mario Alberto Urquía Carreño, quien oficialmente es el Gran Maestro de la Gran Logia de Cuba (GLC) -aunque una creciente cantidad de logias no lo reconocen como tal- se pronunció en días recientes acerca de la controversia que ha sacudido a la masonería cubana en los últimos meses, originada por el robo de 19,000 dólares de su oficina y su posterior expulsión de la Orden.
En un video dirigido a los miembros de la GLC -y al que tuvo acceso el medio independiente Cubanet- Urquía Carreño explicó que el dinero robado pertenecía al Asilo Nacional Masónico y abordó las acusaciones que se han vertido en su contra, incluidas las de traición y robo. Se refirió también a una protesta de masones a las afueras de la sede de la GLC el pasado 23 de julio.
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Hasta ahora, Mario Urquía solo había emitido comunicados oficiales, dirigidos a los grupos internos de la masonería. Sin embargo, en esta ocasión decidió dar la cara.
"Este Gran Maestro ha tenido que hacer este video porque es demasiado el ataque ya", dijo sobre su decisión de hablar públicamente.
Urquía Carreño negó categóricamente ser responsable del robo y aclaró que el documento policial que firmó, comprometiéndose a devolver el dinero, no implica admisión de culpa.
Explicó que la demora en la devolución de la suma se debió a la necesidad de cumplir con las leyes cubanas, que exigen que el reembolso se realice en pesos cubanos (CUP), lo que conlleva una pérdida considerable debido a la disparidad con el valor del dólar en el mercado informal.
El Gran Maestro también cuestionó el comunicado inicial emitido por el Patronato del Asilo Nacional Masónico, calificándolo de "incriminatorio".
Subrayó que ya había realizado un depósito de 270,000 CUP, equivalente a 1,000 USD, como muestra de su compromiso de devolver los fondos.
demás, mencionó que las autoridades le advirtieron sobre evitar cualquier tipo de tráfico de divisas, lo que asegura que limitó sus acciones para resolver la situación.
Durante la sesión semestral de la Alta Cámara de la GLC, celebrada el pasado 24 de marzo, Urquía Carreño fue expulsado en medio de gritos de "traidor" y "ladrón".
Sin embargo, instituciones gubernamentales del régimen castrista han respaldado su liderazgo, afirmando que la sustitución carece de legalidad.
Esta situación ha generado aún más controversia dentro de la masonería cubana, dividiendo a sus miembros.
En su mensaje, Urquía Carreño destacó que las investigaciones llevadas a cabo por las autoridades competentes lo han exonerado de cualquier responsabilidad en relación con el robo del dinero.
Asimismo, denunció ser víctima de una campaña de desprestigio orquestada por algunos miembros de la masonería cubana, lo que dice que ha afectado negativamente sus negocios personales y su capacidad para cumplir con sus compromisos financieros.
El pasado 23 de julio, alrededor de 200 masones se congregaron en la sede de la Gran Logia de Cuba para exigir la renuncia de Urquía. En su video, el Gran Maestro calificó la protesta como una violación de las leyes masónicas y aseguró que no cederá ante la presión.
Afirmó que convocará próximamente a un encuentro con los representantes de las logias, abierto a todos los masones que deseen participar, para aclarar cualquier duda y resolver las tensiones actuales.
Finalmente, el Gran Maestro expresó su intención de restaurar la unidad dentro de la masonería cubana y solicitó el apoyo de sus hermanos masones para defender las leyes y principios de la GLC.
Criticó, además, las acciones del Supremo Consejo, acusándolo de intentar socavar su liderazgo mediante la difusión de información engañosa
En este sentido, hizo un llamado a los masones cubanos para que no se dejen influenciar por acusaciones infundadas y que trabajen juntos para fortalecer a la Gran Logia de Cuba.
Urquía Carreño subrayó, por último, que a pesar de todo la masonería cubana sigue siendo una institución fuerte y respetada en todo el país.
Según refiere Cubanet, actualmente más de la mitad de las logias del país no reconocen a Mario Urquía Carreño como Gran Maestro, negándose incluso a acatar sus decretos.
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