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Un grupo de 31 balseros cubanos, incluyendo un menor de edad, fue interceptado el 15 de agosto en aguas de Quintana Roo cuando intentaban llegar a México en una embarcación precaria.
La operación fue llevada a cabo por personal de la Novena Región Naval tras recibir un aviso de un buque tanque extranjero que avistó a los migrantes a la deriva a unos 222 kilómetros al norte de Isla Mujeres.
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Los marinos mexicanos respondieron de inmediato al llamado de emergencia y desplegaron una patrulla costera y una patrulla interceptora.
Al llegar al lugar, se encontraron con nueve mujeres, 21 hombres y un menor de edad a bordo de una pequeña embarcación con motor intra-borda, la cual había zarpado desde Cuba.
Afortunadamente, todos los migrantes estaban en buen estado de salud. Fueron trasladados a Puerto Juárez, Quintana Roo, donde las autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM) se hicieron cargo de ellos para realizar los trámites correspondientes.
La crisis migratoria cubana está lejos de terminar porque las situación en la isla es cada vez más compleja, con aumento de la pobreza, la violencia y la represión institucional.
La semana pasada, la Guardia Costera de Estados Unidos (USCG) rescató a un migrante que viajaba en bicicleta acuática por altamar.
La tripulación del cúter Maple trasladó al hombre a Bahamas el 8 de agosto, tras una interdicción a 6 millas al suroeste de Cay Sal, al noreste de Varadero.
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