La nadadora guatemalteca Regina Matheu de Santizo, logró un hito al cruzar el Estrecho de Gibraltar en un tiempo de 3 horas, 38 minutos y 47 segundos. Salió de las costas de Tarifa, en España y tocó tierra en Punta Cires, Marruecos, recorriendo una distancia total de 15'2 kilómetros.
Este desafío, que solo un selecto grupo de nadadores en el mundo ha conseguido, fue alcanzado bajo la dirección y entrenamiento del cubano Juan Manuel Diego Olite, quien reside en Ciudad Guatemala desde hace más de 20 años.
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Juanma, como lo conocen sus alumnos, es un reconocido entrenador de natación y pesca deportiva. Tiene una amplia trayectoria y ha visto a sus atletas alcanzar importantes resultados en competencias nacionales, centroamericanas, panamericanas y mundiales.
Regina cumplirá 60 años el 22 de agosto. Enfrentó las frías aguas del Estrecho de Gibraltar, que oscilaban entre los 16 y 21 grados Celsius, sin neopreno, en una prueba que exigió al máximo su resistencia física y mental.
El cruce del Estrecho de Gibraltar es conocido por ser uno de los retos más difíciles en el mundo de la natación en aguas abiertas, debido a las corrientes y la baja temperatura en el mar.
En declaraciones exclusivas para CiberCuba, Regina compartió detalles sobre su preparación y la experiencia de cruzar el Estrecho.
"Empecé la preparación en enero, cuando los organizadores de este evento confirmaron, después de 10 años de espera, que en 2024 podía cruzar el Estrecho. Estuve entrenando cada semana con Juanma, incluso aquí en España nadé dos días, antes de la travesía", explicó.
"Llegamos a Málaga el 11 de agosto. Nos habían dado un período para hacer la prueba entre el 14 y el 24. El clima al principio no era propicio y el domingo nos confirmaron que el 19 podría nadar. Fue una experiencia fantástica", añadió.
Regina destacó la importancia de su entrenador cubano en este éxito.
"Mi entrenador es la persona mejor cualificada en Guatemala para preparar a nadadores de aguas abiertas. Con su apoyo muchos guatemaltecos hemos nadado en el Canal de la Mancha y yo ahora he logrado cruzar el Estrecho de Gibraltar".
La guatemalteca confesó que para ella nadar en aguas abiertas es superar un reto personal. "Disfruto lo que hago. Este día fue excepcional. La salida de Tarifa fue dura, con mucho oleaje, pero también lo disfruté. ¡Nadé con delfines y ballenas! ¿Qué más se puede esperar? Este es mi premio", dijo risueña.
El éxito de Regina es un testimonio no solo de su determinación y capacidad, sino también del papel fundamental de un entrenador, cuyo enfoque y experiencia son esenciales para que el atleta alcance la meta soñada.
Esta hazaña no solo enaltece el nombre de Regina Matheu de Santizo, también destaca la influencia de un cubano en los logros deportivos de Guatemala.
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