Samantha de la Caridad Hernández García, una niña de cuatro años residente en el barrio de La Güinera, en La Habana, fue encontrada este sábado tras varios días desaparecida.
La menor, que había sido vista por última vez el lunes, fue localizada en Marianao, según informó su padre, José Hernández, quien reside actualmente en Brasil.
"Gracias a todos. Listo, ya podemos dar la noticia con todo confirmado. La niña de Guinera apareció. Ya está con la abuela paterna", dijo la activista Yamilka Lafita, conocida en Facebook como Lara Crofs.
Al ser contactado por el medio independiente CubaNet, el padre confirmó que su madre encontró a la niña y la llevó inmediatamente al hospital para una evaluación médica, una información que confirmó en sus redes el Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP). Aunque prefirió no dar detalles adicionales, Hernández expresó su alivio por el desenlace.
“Gracias a dios hoy mi mamá la encontró en Marianao. Ya la tiene y la llevó al hospital para que los médicos la examinen”, dijo Hernández al citado medio.
La desaparición de Samantha había generado una gran preocupación entre sus familiares y amigos, quienes llevaban días sin saber de ella ni de su madre, Yunisleydy García.
Según Hernández, su madre y su hermano se encargaban de llevarle alimentos y medicinas regularmente a la niña, ya que la pequeña padece de impétigo, una infección de la piel que se ha extendido por todo su cuerpo, incluyendo su cuero cabelludo.
El padre explicó que la última comunicación que tuvo con García fue el lunes, cuando ella le comentó su intención de llevar a la niña a la playa para ayudar a secar las heridas provocadas por el impétigo.
Sin embargo, desde entonces, no se había tenido ninguna noticia de ellas, lo que llevó a la familia a interponer una denuncia ante la policía. Acorde a publicaciones del padre, la madre y su actual pareja enfrentaban supuestos problemas con el consumo de estupefacientes, una cuestión que pusieron de relieve varios perfiles de redes sociales, como el del humorista Limay Blanco.
La falta de comunicación se vio agravada por el hecho de que el celular de García estaba roto, lo que dificultó aún más la situación. José manifestó en varias ocasiones su temor por la salud de su hija debido a la gravedad de la infección y la necesidad urgente de confirmar su bienestar.
Afortunadamente, la niña ya está bajo el cuidado de su abuela y recibiendo atención médica para evaluar su estado de salud después de días de incertidumbre.
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