El manifestante de La Güinera y preso político del 11J, Yosandri Mulet Almarales, falleció este lunes a consecuencia de las graves lesiones sufridas tras un intento de suicidio que lo mantuvo por días entre la vida y la muerte.
Así lo confirmó el Centro de Documentación de Prisiones Cubanas (CDPC), organización no gubernamental que informó el 22 de agosto del segundo y último intento de suicidio del preso político, cometido durante un pase del centro penitenciario donde realizaba trabajo forzado.
“Según el activista Marcel Valdés, la familia del preso político conoció hoy la noticia de su muerte y no está claro cuántos días estuvo en el hospital Julio Trigo, donde fue llevado aparentemente con vida, pues las autoridades tomaron el lugar”, indicó este lunes la organización en sus redes sociales.
En declaraciones a Martí Noticias, un familiar de Mulet Almarales reveló que el preso sufría una gran alteración y zozobra motivada por su injusta condena. “Él no quería estar preso. Estaba muy alterado”, indicó.
“Mulet Almarales cumplía una condena de 10 años por las protestas del 11J en La Güinera, La Habana. Llevó a cabo su segundo intento de quitarse la vida durante un pase del centro penitenciario donde realizaba trabajo forzado”, precisó el CDPC.
Por su parte, la plataforma Cubadecide lanzó este lunes un mensaje de alerta y denuncia urgente señalando que el preso político se encontraba “en terapia intensiva, reportado como grave, tras haber saltado del puente de Calabazar durante un pase de la prisión [Toledo]”.
“Hace unos ocho meses, Yosandri ya había intentado quitarse la vida en la prisión del Combinado del Este. En esa ocasión intentó ahorcarse y fue salvado por sus compañeros reclusos”, indicó la plataforma creada por la líder opositora Rosa María Payá.
Asimismo, denunció “que los prisioneros del 11J están siendo sometidos a tratos inhumanos y degradantes, se les niegan completamente los beneficios penitenciarios y muchos de ellos ni siquiera cuentan con el apoyo de sus familias”.
En ese sentido, el CDPC recordó la existencia de las denominadas ‘Reglas Mandela’, que “exigen al Estado facilitar asistencia médica recurrente para ‘detectar todo indicio de estrés psicológico o de otra índole causado por la reclusión, incluidos el riesgo de suicidio o autolesión’”.
El régimen totalitario cubano no solo viola lo establecido en dichas reglas, sino que practica métodos de tortura contra los presos políticos, tal y como han acreditado distintas organizaciones no gubernamentales que han compilado testimonios de víctimas de la represión.
“La desesperación y el sufrimiento de los prisioneros políticos cubanos, quienes han sido juzgados de manera arbitraria y condenados a largas penas de prisión, los está llevando a tomar decisiones desesperadas como el único recurso ante la violación constante de sus derechos humanos”, subrayó Cubadecide en su comunicado.
Yosandri Mulet Almarales nació el 11 de mayo de 1987. El preso político fue condenado el 24 de enero de 2023 a 10 años de privación de libertad tras el juicio celebrado en el Tribunal Popular del municipio 10 de Octubre.
La fiscalía pidió inicialmente 13 años de privación de libertad por el presunto delito de sedición. Mulet Almarales pasó más de un año con medida de prisión provisional, a la espera de juicio.
El preso político se reportó en estado crítico el pasado 4 de junio, luego de que intentara suicidarse en la prisión Combinado del Este, lo cual provocó el cambio de medida a reclusión domiciliaria. Finalmente, la justicia del régimen revocó la medida de reclusión domiciliaria que pesaba sobre él previo a la sentencia. Mulet Almarales tenía 37 años al momento de su fallecimiento.
Las históricas protestas del 11 de julio de 2021 (11J), que sacaron a miles de manifestantes a las calles de pueblos y ciudades de Cuba, dejaron un saldo de un muerto y varios heridos tras el enfrentamiento de estos con fuerzas represoras en las inmediaciones de la estación policial del barrio La Güinera, en el municipio habanero de Arroyo Naranjo.
La muerte de Diubis Laurencio Tejeda fue confirmada oficialmente por el Ministerio del Interior (MININT) el 13 de julio. El joven de 36 años falleció de un disparo de pistola Makarov (reglamentaria de la policía cubana) recibido por la espalda a manos del subteniente Yoennis Pelegrín Hernández, jefe del sector en Mantilla.
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