Informe final confirma que balas que mataron a conductor hispano de UPS eran de policías de Miami-Dade

En medio del fuego cruzado, entre delincuentes y la policía murió el conductor de UPS, de 27 años, y un anciano de 70.

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Un informe del Departamento de Aplicación de la Ley de Florida (FDLE) confirmó que las balas que provocaron la muerte en diciembre de 2019 del conductor de UPS Frank Ordóñez, y de otro chofer durante una persecución con los ladrones de una joyería, fueron disparadas policías de Miami-Dade, quienes ahora enfrentan cargos por el incidente.

El tiroteo se desencadenó el 5 de diciembre de 2019 después de que dos sospechosos de un robo a mano armada en una joyería de Coral Gables tomaran como rehén a Ordóñez, obligándolo a conducir su camioneta de reparto por las autopistas de Miami-Dade y Broward.

La persecución culminó en la ciudad de Miramar, en una intersección cercana a Miramar Parkway y Flamingo Road, donde los sospechosos abrieron fuego contra los agentes, lo que acabó en un intenso intercambio de disparos.

En el tiroteo murieron Ordóñez -de 27 años y origen ecuatoriano- y Richard Cutshaw, de 70 años, quien regresaba a su casa desde el trabajo.

De acuerdo con el informe del FDLE -de 66 páginas- aproximadamente 20 agentes dispararon alrededor de 200 tiros durante el enfrentamiento, incluidos oficiales de Miramar, Pembroke Pines y un policía de la Patrulla de Caminos de Florida.

El informe -citado por la prensa local- revela que durante la autopsia de Ordóñez se encontraron cinco balas, al menos una de ellas proveniente de las armas de los cuatro oficiales de Miami-Dade involucrados en el tiroteo: Rodolfo Mirabal, José Mateo, Richard Santiesteban y Leslie Lee.

Estos agentes fueron acusados formalmente en junio de homicidio involuntario.

Los cuatro enfrentan cargos por la muerte de Ordóñez, mientras que Mirabal también está acusado de homicidio involuntario por la muerte de Cutshaw.

Según el FDLE, Cutshaw fue alcanzado por una bala disparada por Mirabal mientras estaba en su vehículo, un Mercury Grand Marquis, a varios autos de distancia del camión de UPS.

La acusación presentada contra los oficiales señala que sus disparos fueron producto de "negligencia culposa" y "sin justificación legal", en circunstancias que no constituyen un homicidio excusable.

En julio, el fiscal estatal de Broward, Harold Pryor, explicó que un gran jurado emitió las acusaciones después de revisar pruebas presentadas durante varios meses.

Pryor destacó que, dada la magnitud del tiroteo en una intersección extremadamente transitada y llena de civiles, era crucial que las agencias investigadoras presentaran sus conclusiones al gran jurado.

Joe Merino, de origen cubano y padrastro de Ordóñez; y Lucy Apolinario, madre del conductor de UPS, expresaron que no están sorprendidos con los resultados del informe, pues aseguran que siempre supieron que las balas que mataron a su hijo procedían de las armas de las autoridades.

"Frank sale por la puerta del pasajero, con las manos en alto y siguieron tirando. El trató de gatear para esconderse debajo del camión, como un refugio, pero no le dieron la oportunidad", dijo Merino.

"Yo sabía desde un principio que esas balas eran de la policía , porque yo conocía a Frank y él tiene que haberle rogado a esa gente que no le hicieran nada, porque él era padre", dijo la madre en referencia a las dos pequeñas hijas del joven asesinado.

"Yo dije 'ese es mi hijo' porque yo lo sentí, sentí cómo se me desgarró algo dentro... Se vio en los canales. Yo vi cuando mataron a mi hijo. A mí eso no se me va a olvidar jamás", añadió la mujer.

Los agentes acusados se entregaron voluntariamente para enfrentar los cargos y se han declarado inocentes. Se espera que el juicio comience el 17 de febrero de 2025, mientras tanto permanecen en libertad bajo fianza.

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