La Fiscalía pide cinco años de prisión para Lindys Pérez Felip, la cubana de 40 años arrestada en enero en Italia por drogar y robar a varios hombres con quienes había concertado encuentros a través de sitios de citas online.
Pérez acordó con la Fiscalía de la provincia de Monza y Brianza negociar una condena de cinco años, pero el juez de instrucción decidirá si acepta la petición de la fiscalía, en una audiencia preliminar programada para este mes.
Apodada “la mantis cubana” -dada la semejanza con el caso de una italiana de Brianza sentenciada a 16 años de cárcel por hechos similares-, la cubana fue acusada por la Fiscalía de cinco incidentes de robo y lesiones, informaron medios locales.
De acuerdo con la investigación, Pérez -que también posee ciudadanía boliviana- utilizaba el mismo modus operandi para engañar y robar a sus víctimas, todos hombres mayores a los que había conocido en un sitio de citas con el seudónimo de “Beatiful F”.
Al reunirse con ellos, los drogaba con café en el que había diluido benzodiacepinas, para robar sus pertenencias. Los hechos ocurrieron en Cornate d’Adda.
El 15 de enero, la cubana sostuvo un encuentro con un taxista de 52 años, del sur de Milán. Mientras conducía de regreso, aturdido y confuso por la droga que ella le suministró en la bebida, el hombre se salió de la carretera y chocó contra un portal. Tras el incidente, se dio cuenta que la mujer le había robado 650 euros e hizo la denuncia.
Un segundo hecho, aún más grave, ocurrió el 26 de enero, luego de la cita de Pérez con un señor de 66 años de Trezzo sull’Adda en su automóvil. La droga en el café -que la mujer llevó en un termo y sirvió en vasos de papel- actuó demasiado rápido, causando un malestar severo al hombre, que fue trasladado de urgencia en helicóptero al hospital San Raffaele de Milán.
En el registro de la vivienda prestada donde residía la cubana en Brianza, los carabinieri encontraron vasos de papel y un frasco de benzodiacepinas. Al ser interrogada, ella afirmó que trabajaba como fisiatra en Bolivia.
Durante las investigaciones de la policía se produjeron otras tres denuncias, que revelaron el mismo patrón delictivo: situaciones similares con víctimas hombres que había conocido por Internet. Uno de ellos había viajado a Italia desde Suiza para encontrarse con ella.
Las autoridades han tratado de encontrar, aún sin éxito, a una posible cómplice de Pérez, una mujer también de nacionalidad cubana con quien siempre se le veía en los bares de la zona.
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