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El Hospital Pediátrico Universitario de Centro Habana emitió un comunicado oficial en respuesta a una denuncia relacionada con una presunta venta de medicamentos ilegal en una de sus salas hospitalarias.
La queja fue presentada por Omar Martínez, padre de un paciente ingresado, quien afirmó haber recibido un audio de la madre del niño en el que mencionaba la posibilidad de comprar medicamentos a un enfermero de la institución.
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Según el comunicado emitido por el hospital, Martínez "refería una presunta venta de servicios (medicamentos) en una sala hospitalaria, presentando un audio donde la madre de su hijo ingresado en nuestra institución le dice al padre del niño (denunciante) que el enfermero le puede vender 15 bulbos de Cefazolina y 5 bulbos de hidrocortisona".
Ante esta denuncia, la directora del hospital, Dra. Erelis Verona Ibañez, en uso de sus facultades bajo el artículo 59, inciso c) del Reglamento General de Hospitales, estableció una comisión de investigación para abordar el caso.
Dicha comisión, integrada por “seis trabajadores de prestigio” y presidida por la directora, tuvo un plazo de 30 días hábiles para llevar a cabo una exhaustiva revisión de los hechos.
Según la versión del centro hospitalario, durante la investigación la madre del niño fue entrevistada en presencia de directivos del centro.
En su testimonio la mujer reconoció haber llamado al padre de su hijo para pedirle ayuda monetaria en un momento de "desesperación y ansiedad", con el objetivo de solicitar el alta hospitalaria y continuar el tratamiento en casa.
“Plantea que tuvo la intención de hablar con el enfermero, pero que nunca lo hizo, afirma además que no tiene ninguna queja con la atención médica recibida”, dice la nota oficial, que no precisa si el significado de "hablar con el enfermero" es que la madre tuvo la intención de proponer la compra de medicamentos, pero no lo hizo.
El hospital añadió que la comisión realizó una serie de comprobaciones, incluyendo la revisión de la Instrucción 206, que regula los "Procedimientos para las Revisiones de los Consumos de Alimentos, Medicamentos, Fondos Fijos y Materiales de Mantenimientos".
Como resultado, se concluyó que "no existían faltantes ni sobrantes de Cefazolina ni de Hidrocortisona en el servicio".
Finalmente, la institución declaró "Sin lugar la queja presentada", dejando claro que no se encontró evidencia alguna que respaldara las afirmaciones del padre denunciante.
El hospital indicó que la respuesta a la queja está disponible para ser recogida por el interesado, y dijeron lamentar que el padre del paciente hubiera divulgado los hechos en redes sociales antes de recibir la respuesta oficial.
"La respuesta se hubiera entregado en privado, como tiene derecho cada padre, pero teniendo en cuenta que el padre del niño ha divulgado los hechos en redes, según su propia interpretación, sin que le asista la razón, se realiza una respuesta en las redes sociales digitales", añadió el comunicado.
El menor está de alta luego de una evolución satisfactoria y se mantiene en seguimiento hasta su total recuperación.
El Hospital Pediátrico Universitario de Centro Habana concluyó indicando que "ratifica su compromiso con la salud de sus pacientes y con la transparencia en la gestión de sus servicios", instando a los familiares de pacientes a canalizar cualquier queja o inquietud a través de los mecanismos oficiales de la institución.
En los últimos años han sido recurrentes y crecientes las denuncias sobre la venta de insumos y medicamentos en hospitales cubanos, una situación que refleja el deterioro del sistema de salud pública en la isla debido a la escasez de recursos.
Pacientes y familiares han expuesto en varias ocasiones cómo, ante la falta de medicamentos y materiales básicos, algunos trabajadores de la salud presuntamente recurren a la venta ilegal de estos productos dentro de las instalaciones hospitalarias.
Aunque el gobierno cubano ha negado estas acusaciones en repetidas ocasiones y abierto investigaciones similares a la del Hospital Pediátrico Universitario de Centro Habana, el malestar entre la población sigue en aumento, generando desconfianza en la calidad y accesibilidad del sistema sanitario.
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