En el contexto de la grave crisis migratoria cubana más de 850 mil migrantes de la isla han llegado a Estados Unidos desde 2022, según las cifras de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
Desde el 1 de octubre de 2021 hasta el cierre del año fiscal 2023 unos 533,000 cubanos habían llegado a Estados Unidos, cifra equivalente al 4,8% de los 11.1 millones de habitantes de la nación caribeña.
Por su parte, desde el 1 de octubre de 2023 hasta agosto de este año más de 208,000 solicitantes de asilo llegaron al país por fronteras.
A las cifras hay que sumar los 110,000 cubanos que fueron examinados y autorizados para viajar a través del parole humanitario en 2023 hasta julio pasado.
Tampoco incluyen las entradas con otros tipos de visado sobre las cuales no hay cifras oficiales disponibles, según reveló AFP tomando como fuente datos oficiales.
Lo cierto es que la población cubana se desplomó entre 2022 y 2023 en un 18 por ciento, y 2024 va camino de convertirse en el segundo año fiscal de mayor afluencia de cubanos en la frontera sur de Estados Unidos.
Datos de CBP confirmaron en agosto la tendencia que se venía detectando desde abril (mediados del FY 2024), cuando los datos mostraban una afluencia mayor a la registrada durante los meses de enero, febrero y marzo de 2023.
A punto de concluir, el actual año fiscal marca a diciembre como el mes en que más encuentros de cubanos se produjeron en puntos fronterizos de Estados Unidos, con 25,048 registrados.
Llama la atención la cantidad de cubanos que han sido interceptados por las autoridades en el mar o las costas estadounidenses a punto de concluir el año fiscal actual: 65,911. El número se obtiene al restar al número total de encuentros (208,308), los ocurridos en la frontera norte (362) y los de la frontera sur (142,035).
A mediados de abril, en vísperas de celebrarse en Washington la 38 Ronda de Conversaciones Migratorias Cuba-Estados Unidos, el régimen de La Habana reconoció que la actual crisis migratoria es "la más grande de la historia de Cuba", pero culpó de ello a Estados Unidos por sus políticas de presión y por incentivar la emigración cubana con "estímulos extraordinarios y artificiales".
Por su parte, las autoridades estadounidenses recuerdan una y otra vez que las fronteras no están abiertas a personas que no tengan un fundamento legal para ingresar al país, y que aquellos que intenten hacerlo irregularmente estarán sujetos a expulsión conforme a lo establecido en el Título 8.
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