Una pareja de médicos cubanos que cumplió “misión internacionalista” en Angola denunció que, desde su regreso a Cuba hace casi un año, el Banco Popular de Ahorro (BPA) les adeuda los ingresos en dólares que les corresponden por el trabajo realizado en el país africano, uno de los tantos adonde el régimen exporta profesionales, en su mayoría de la salud.
Los doctores Eliannys Saborit Oliva, anestesióloga, y su esposo Alfredo Miguel Ramos, ortopédico, quienes residen en la ciudad de Bayamo, en Granma, y trabajan en el hospital Carlos Manuel de Céspedes, integraron durante tres años la brigada médica cubana en Angola, de donde retornaron en octubre de 2023.
En una carta enviada al diario oficialista Juventud Rebelde, y publicada en la sección “Acuse de Recibo” de la edición del 14 de septiembre, denunciaron la arbitrariedad del BPA y autoridades bancarias y gubernamentales del país, en relación con el pago de la mayor parte de los ingresos que percibieron por su trabajo, que no se les ha permitido extraer de sus cuentas desde hace casi un año, porque “no hay disponibilidad” de divisas, pero tampoco cobrarlo en una sucursal de otra provincia, que disponga del dinero.
En una breve presentación del caso, Juventud Rebelde apuntó que, al regresar los médicos a Cuba en octubre de 2023, “tras ingresar divisas al país con su servicio especializado, el pago que les corresponde ha sido ejercido mínimamente” y añadió: “La obligación de pagarles la totalidad de las divisas que les corresponde en un período razonable, indican, no la ha cumplido, específicamente, el Banco Popular de Ahorro”.
Según la carta de los doctores, que reproduce textualmente el diario, “esta situación, afirman, es más crítica en la provincia de Granma, y por política bancaria no aceptan que hagamos la solicitud de divisas en otra provincia con mayor disponibilidad por no residir en ella”. Y revelaron que, sin embargo, los colegas de otras provincias que también concluyeron la llamada “misión” médica “ya tienen sus solicitudes saldadas”.
Saborit y Ramos cuestionaron que el banco tampoco traza “estrategias de envío de refuerzo monetario, tras casi un año de espera para extraer el efectivo en divisas que nos corresponde por haber ingresado dinero al país”, y alegaron que ellos estuvieron en Angola “representando además dignamente a nuestra nación, salvando vidas quirúrgicamente, en condiciones adversas de tuberculosis, hepatitis, VIH, paludismo, Covid-19, con el sacrificio de abandonar hija y al resto de la familia”.
Luego de haber tramitado varias quejas “a nivel central bancario”, los doctores se quejaron de que continúan “sin el dinero demandado (…), sin fecha además para entrega y sin posibilidad para comprar una vivienda e independizarnos en la convivencia”.
La pareja ha realizado tres viajes a La Habana y entregado cartas al Consejo de Ministros, pero el organismo gubernamental “transfirió el asunto al Banco Central de Cuba, que alega la misma respuesta: no hay disponibilidad”, puntualiza la carta.
“Es real la baja disponibilidad” -concluyen los médicos en su denuncia-, “pero no es por nosotros entendible que en un periodo de casi un año no tengamos resuelta la demanda”.
El gobierno de Cuba se queda con entre el 75 % y el 90 % de los altos sueldos que pagan por los médicos cubanos los países con los que el régimen contrata la exportación de servicios de salud.
Parte del salario de los profesionales es depositada en cuentas en bancos de Cuba, suma que supuestamente pueden cobrar sin contratiempo alguno cuando retornan al país. Sin embargo, el caso de los médicos de Granma pone en duda esa posibilidad.
La exportación de profesionales cubanos a otros países reportó al régimen 4,882,234,500 dólares durante 2022, según cifras del Anuario Estadístico de Cuba de ese año, publicadas por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI).
Durante años, el régimen cubano ha sido acusado internacionalmente por promover un “sistema de esclavitud moderna”, debido el trato que da a los integrantes de las brigadas médicas que cumplen “misión internacionalista” en otros países.
El Relator Especial de las Naciones Unidas (ONU) sobre las formas contemporáneas de la esclavitud, Tomoya Obokata, reiteró en enero su llamado al Estado cubano para que responda a las graves acusaciones de presuntos abusos de derechos humanos sufridos por profesionales cubanos en misiones internacionales.
En el último año, los bancos y entidades financieras cubanas han pretextado la falta de efectivo para negarse a entregar dinero a los clientes que necesitan hacer extracciones o transferencias.
La semana anterior, un cubano nombrado Irán Morejón Quintana denunció en redes sociales que el Banco Metropolitano se negó a reintegrarle un depósito de 3,130 euros que hizo en esa entidad, con el argumento de que no disponían de efectivo para realizar el reintegro. El joven se quejó al Banco Central de Cuba y en la oficina de atención del Consejo de Estado, que tampoco han hecho nada para que le devuelvan sus ahorros.
En enero de 2021, como parte de la mal llamada “Tarea Ordenamiento”, el gobierno convirtió en pesos cubanos los ahorros en CUC de emprendedores, agricultores, trabajadores del sector privado y, también, los de médicos y profesionales de “misión” en el extranjero.
Los perjudicados con la medida despertaron el 1ro de enero de ese año con el saldo de sus cuentas bancarias canjeado automáticamente en CUP. Tanto el sector privado como los “colaboradores” y los que reciben estímulos en tarjetas magnéticas quedaron fuera de la posibilidad de cambiar su dinero a lo largo de los siguientes seis meses, plazo vigente para el resto de los ahorradores.
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