Mientras gran parte de la isla enfrenta un grave déficit en la generación eléctrica, el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel asistió este viernes a la clausura del Tercer Salón Internacional de Energías Renovables y Eficiencia Energética en La Habana, que reunió a empresarios, inversionistas y expertos para discutir la transición hacia una matriz energética más sostenible.
El evento, que tuvo lugar en el recinto ferial Pabexpo, contó con talleres, foros de inversión y mesas de diálogo centradas en el cambio de la matriz energética y el desarrollo de energías sostenibles en Cuba, citó el portal oficialista Cubadebate.
A pesar del entusiasmo por las energías renovables que intenta imprimir el régimen, la realidad para los cubanos sigue siendo sombría, pues el país atraviesa una crisis energética que mantiene a miles de personas con hasta 12 horas diarias de apagón.
Durante la inauguración del salón, el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, dijo que el gobierno cubano prevé alcanzar el 100% de participación de energías renovables en la matriz energética.
"No podemos hablar de desarrollo, de construir un socialismo próspero y sostenible, de soberanía energética y mitigación del cambio climático sin el desarrollo de las fuentes de energía renovable", afirmó De la O Levy.
Sin embargo, mientras las autoridades hablaban de futuro, la situación del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) se mantuvo crítica.
La Unión Eléctrica (UNE) reportó un déficit de hasta 1,514 MW en el horario pico del 19 de septiembre, debido a fallas en varias unidades generadoras clave y la falta de combustible para las centrales de generación distribuida.
La crisis energética en Cuba ha empeorado notablemente a lo largo de septiembre. Desde el inicio del mes, el SEN ha enfrentado fallos constantes en sus infraestructuras, lo que ha llevado a apagones prolongados y recurrentes en todo el país.
El 1 de septiembre, el déficit era de 310 MW; para el 19 de septiembre, esa cifra ascendió a 1,514 MW, afectando a gran parte del país.
Las principales causas de la crisis incluyen averías en unidades clave como la Central Termoeléctrica (CTE) Carlos Manuel de Céspedes y la CTE Felton, además de la falta de combustible que ha dejado inoperantes a 46 centrales de generación distribuida.
Aunque la UNE ha intentado reincorporar unidades para aliviar el déficit, las medidas han sido insuficientes. Se espera que durante el horario pico de este viernes la disponibilidad de energía alcance los 2,300 MW frente a una demanda de 3,300 MW, lo que generará un déficit estimado de 1,000 MW, provocando nuevos apagones.
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