El barbero y estilista cubano Dorian Carbonell, estuvo de visita en Brasil y protagonizó una escena que ha arrancado carcajadas en las redes sociales.
Después de disfrutar una comida con amigos en un restaurante, llegó el momento de pagar la cuenta y, con toda la confianza del mundo, sacó su tarjeta del Banco Metropolitano de La Habana para cubrir los gastos.
Este tipo de tarjetas no funcionan fuera de la isla, ya que están limitadas a su uso en el sistema financiero cubano. Sin embargo, en un gesto que nadie esperaba, el camarero, lejos de señalar la imposibilidad de la transacción, le siguió el juego al cliente.
Tomó la tarjeta, la pasó por el datáfono y con una actuación impecable procesó el supuesto pago. Hasta entregó un recibo final, como si todo hubiera transcurrido sin problemas.
El video fue compartido en las redes sociales de Dorian y en poco tiempo desató una avalancha de comentarios llenos de humor y sarcasmo, muchos de ellos reflejando la frustración que sienten los cubanos al ver que el dinero que ganan en la isla no tiene ningún valor fuera de sus fronteras.
El episodio, que bien podría haber quedado como una simple broma entre amigos, se ha convertido en una reflexión sobre las dificultades económicas que enfrenta el cubano común.
Las respuestas en redes no se hicieron esperar, y las reacciones fueron tan creativas como variadas. Uno de los comentarios destacó que había logrado "desbloquear al bloqueo", en clara alusión a la burla que hacen algunos sectores de la realidad económica en la isla.
Otro señaló con ironía: "No funcionan aquí, van a funcionar en Brasil". Más comentarios coincidieron en lo absurdo de la situación, mencionando que el Banco Metropolitano debía estar divirtiéndose con el video, mientras que Transfermóvil, la plataforma que permite pagos en la isla, estaría molesta por la publicación.
El humor cubano también afloró en otros comentarios, destacando la habilidad del camarero como "el mejor truco de magia que ojos humanos han visto".
Entre las respuestas más ingeniosas, un usuario aseguró que ya le estaban pidiendo que enviara su vieja tarjeta del Metropolitano para Estados Unidos como recuerdo, porque claramente no les servía para otra cosa.
Muchos cubanos ven con tristeza cómo su moneda no tiene valor, así que el video para algunas personas fue más que un chiste.
Dorian representó, en clave de humor, la dura realidad de la desconexión económica de Cuba con el resto del mundo. Uno de los comentarios concluyó en buen tono: "Jugaste con la ilusión de millones de cubanos".
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