Un insólito incidente tuvo lugar en Hialeah cuando un joven cubano de 26 años, identificado como Roberlandys Fernández Peña, fue arrestado tras irrumpir desnudo en la habitación de un motel donde reside una mujer y amenazarla, asegurando ser Satanás y diciéndole que ese sería su "último día en la tierra".
Según el testimonio de la víctima ella había salido un momento de su vivienda para resolver un problema con la llave de su habitación.
Para su sorpresa, al regresar se encontró con el hombre desnudo en su cuarto, quien la atacó de forma violenta.
El intruso, lleno de tatuajes, afirmaba ser su esposo y llegó incluso a ponerse un calzoncillo de la pareja de la mujer, quien estaba trabajando en ese momento.
La víctima intentó huir, pero el sujeto la agarró por el pelo, la empujó hacia la cama y comenzó a estrangularla, mientras repetía que era Satanás y que ella debía morir.
"Me dijo que era Satanás, que era mi último día, que yo tenía que morir", relató la víctima en declaraciones a la prensa local.
Afortunadamente sus gritos alertaron a un vecino, quien llamó a la policía, que llegó rápidamente al lugar y arrestó a Roberlandys Fernández.
La víctima, aún visiblemente afectada, ha expresado temor por lo ocurrido y asegura que no conocía al agresor antes del ataque.
"Yo soy muy fuerte, pero esto ha sido muy duro para mí. Cada vez que cierro los ojos, veo la cara de ese hombre y recuerdo lo que me hizo", confesó.
A pesar de la conmoción, la mujer también reveló que la madre del acusado le pidió que no presentara cargos, rogándole entre lágrimas.
Sin embargo, la víctima aclaró que, aunque entendía el dolor de la madre, ella también era una víctima en esta situación y que pudo haber perdido la vida.
El hombre enfrenta cargos graves, incluidos robo con asalto y agresión física, delitos por los cuales podría enfrentar una pena de cadena perpetua si es encontrado culpable.
Durante su primera comparecencia en la corte criminal del condado de Miami-Dade, la jueza Mindy S. Glazer leyó en voz alta los detalles del caso, destacando la gravedad de los hechos y el peligro que enfrentó la víctima.
Peña, por su parte, aceptó las condiciones impuestas por la jueza, incluyendo una orden de alejamiento que le prohíbe acercarse o comunicarse con la víctima bajo ninguna circunstancia.
El acusado, tras su primera comparecencia en corte, fue trasladado de nuevo a la cárcel del condado. Se esperaba que regresara a la corte este viernes para una audiencia en la que se determinará las condiciones de su fianza.
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