Una huelga de estibadores en el Puerto de Miami y en otros 35 puertos claves de la costa este y el Golfo de Estados Unidos, amenaza con complicar las actividades comerciales en la región y encarecer los productos en el último trimestre del año.
La huelga fue convocada por la Asociación Internacional de Estibadores (ILA) y se espera que inicie este martes, involucrando a más de 45,000 empleados que operan en los puertos y manejan el 60% de los contenedores que entran y salen del país.
Los estibadores han pedido un aumento salarial del 77%, distribuido en un periodo de seis años, y la protección de sus empleos frente a la creciente automatización en los puertos.
"Estas compañías ganan miles de millones de dólares y deberían incluirnos en parte de las ganancias", declaró Harold Daggett, presidente del sindicato de estibadores.
Exigen mejores condiciones laborales en puertos de Estados Unidos
La semana pasada un cubano residente en Texas, trabajador en el puerto de Houston, sufrió un grave accidente laboral cuando parte de una carga de mercancía se desplomó y cayó sobre él.
El accidente destapó una ola de comentarios sobre la seguridad de los empleados en los puertos y los peligros a los que se exponen. También abrió un debate en redes sobre si los protocolos de asistencia al trabajador en el puerto de Houston fueron adecuadamente seguidos.
Pocos días más tarde, coincidentemente, se conoce sobre esta huelga de los estibadores, que afectará el flujo de mercancías y se espera que tenga un impacto en la economía, con un costo estimado de 5,000 millones de dólares diarios, según indicó Jonathan Gold, miembro de la Federación Nacional de Minoristas.
Los consumidores podrían ver un aumento en los precios debido a los retrasos en la cadena de suministro y los costos adicionales en transporte.
Transportistas podrían verse afectados por huelgas en los puertos
Los transportistas han expresado su preocupación por la huelga, pues afectará gravemente su trabajo. Algunos se han quejado de que su sector no tiene la misma capacidad de reclamo debido a las represalias laborales.
Las autoridades del Puerto de Miami están tomando medidas para garantizar la continuidad de las operaciones, estableciendo zonas seguras para las protestas, sin afectar el acceso ni el funcionamiento de las actividades comerciales.
Sin embargo, se espera que la congestión portuaria aumente y cause retrasos, lo que afectará especialmente las entregas durante la temporada de compras navideñas.
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