Los pasajeros de un autobús en Santiago de Cuba exigieron a unos policías que capturaran a dos presuntos ladrones que iban en la guagua.
El incidente tuvo lugar en la tarde del lunes. El periodista independiente Yosmany Mayeta recibió declaraciones y un video grabado por testigos del suceso.
Fueron los pasajeros quienes identificaron a los delincuentes y los retuvieron dentro de la guagua, desde donde solicitaron la intervención de las autoridades que se encontraban en las cercanías.
Tres agentes de la policía subieron al ómnibus en la calle 4, donde procedieron a esposar a los presuntos delincuentes, quienes fueron bajados del vehículo bajo custodia.
Las imágenes compartidas por Mayeta muestran a los policías llevándose a los acusados ante la mirada atenta de los pasajeros.
El incidente ha generado un amplio interés en la comunidad, ya que muchos residentes han mostrado su apoyo a los pasajeros que, con valentía, colaboraron para que los delincuentes fueran capturados.
Este hecho destaca el papel activo de la ciudadanía en la lucha contra la delincuencia en Cuba y pone de relieve la urgencia de medidas más estrictas para combatir este tipo de actos en el transporte y en otros espacios públicos.
En septiembre de 2024, la delincuencia en Santiago de Cuba mostró un aumento preocupante, reflejado en varios incidentes violentos.
El 1 de septiembre, unos vecinos capturaron a un ladrón que había entrado a robar en una vivienda. La patrulla llegó rápidamente, pero los gritos y la tensión entre los residentes evidenciaron la inseguridad y la desconfianza hacia la policía, a quien acusan de ser poco efectiva en la contención de la criminalidad en la isla.
El 12 de septiembre, en la misma ciudad oriental, otro ladrón fue sorprendido dentro de una casa y atacado por el dueño con machetazos en la cabeza. Este hecho destaca cómo muchos ciudadanos han optado por tomar la justicia en sus manos debido a la falta de respuestas efectivas por parte de las autoridades.
A finales del mismo mes, el Tribunal Supremo de Cuba minimizó la gravedad de la situación, argumentando que la inseguridad en la isla está "exagerada por las redes sociales", un discurso que contrasta fuertemente con las vivencias diarias de muchos cubanos.
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