En un contexto donde el azúcar alcanza los 500 pesos por libra en el mercado informal y con solo 15 centrales azucareros operativos para la próxima zafra, los cubanos se ven obligados a recurrir a una práctica extrema y dañina: utilizar refrescos instantáneos como sustituto para endulzar comidas y bebidas.
El Programa de Monitoreo Alimentario (Food Monitor Program) emitió una alerta sobre esta preocupante situación, advirtiendo que esta práctica ya está causando víctimas y generando graves consecuencias.
La plataforma informó de un caso en la provincia de Guantánamo en la cual peligró la vida de un lactante con apenas unos meses de vida.
Un doctor en activo, desde el anonimato, explicó que la madre, “al carecer de azúcar por días y no tener opciones para endulzar la leche que le administraba a la niña, recurrió al uso de refrescos en polvo para dulcificar este producto”.
Como consecuencia de dicha práctica, la bebé comenzó con un cuadro de vómitos y diarreas “que la llevó a la deshidratación y tuvo que ser ingresada en cuidados intensivos”; aunque por suerte, la pequeña sobrevivió.
Sin embargo, el galeno alertó que en las consultas se ven casos como este cada vez con mayor frecuencia, que evidencian “los extremos que puede llegar una persona para alimentar a sus hijos en medio de toda esta escasez”.
Además, el doctor afirmó que actualmente existe un incremento de casos con sintomatologías gastrointestinales, agravadas por el consumo de refrescos y la escasez de fármacos.
La plataforma también advirtió que la dependencia de productos procesados y artificiales “puede tener graves repercusiones para la salud pública”, lo que, combinado con la escasez de alimentos y el acceso limitado a la atención médica en Cuba, podría “desencadenar nuevas contradicciones y desafíos para los cubanos”, agravando aún más la crisis actual.
Entre las causas que han dado origen a este problema, el Programa de Monitoreo Alimentario, destacó “su relativa facilidad de adquisición, su bajo precio, la presencia de estos en múltiples comercios y los constantes atrasos en la distribución del azúcar de la canasta básica”.
Por último, consideró que “el uso de refrescos instantáneos como edulcorantes es la fidedigna representación de una economía de subsistencia donde los productos básicos son escasos y caros”.
Sin embargo, no es la primera vez que se registran hechos de esta naturaleza, lo cual resulta irónico que ocurra en un país donde la producción de azúcar llegó a ser “orgullo nacional” y “pilar de la economía”.
En el pasado, las personas acudieron al endulzamiento de bebidas con jarabes médicos, evidenciando que el problema en realidad no es nuevo.
Y en ese contexto, el régimen cubano continúa inmerso en su círculo vicioso y renovó el llamado a reactivar la siembra de caña y la producción de alimentos en las entidades de los centrales azucareros, con el mismo lema de aprovechar las tierras fértiles de la isla.
De acuerdo con el oficialista diario Granma, Salvador Valdés Mesa, vicepresidente de la República y miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba, subrayó en la III Conferencia del Sindicato Nacional de Trabajadores Azucareros (SNTA) la necesidad de impulsar la próxima zafra azucarera con "responsabilidad y racionalidad", pese a las limitaciones de recursos.
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