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A poco menos de 20 días que en Estados Unidos ocurran elecciones presidenciales que pudieran cambiar los destinos de muchos migrantes irregulares en el país, varios cubanos con I-220A (orden de libertad bajo palabra) se manifestaron este jueves frente a la Casa Blanca para exigir al gobierno una vía para regular su situación.
Los cubanos buscan terminar con el limbo migratorio en el que se encuentran desde que cruzaron la frontera de Estados Unidos con México. “Solo queremos ir y alzar la voz que nos entiendan, que no tenemos un estatus y queremos vivir legal en este país, que no queremos estar con el pensamiento de lo que pudiera pasar mañana y nos deporten”, dijo a Telemundo Osefa Pino.
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“Es un dolor muy grande que uno tiene. Aún estamos sin residencia, cuando entraron personas igual que nosotros, les dieron un parole y ya son residentes”, advirtió Silvia Rivera al mismo medio.
Los migrantes que viajaron hasta Washington no solo levantarán su voz sino que aprovecharán para manifestarse frente a la embajada cubana en la capital estadounidense para exigir que se acabe el comunismo en la isla.
En enero de este año, a pesar del intenso frío de la fecha, muchos cubanos también llegaron a la Casa Blanca para exigir al gobierno una vía para regularizar su situación migratoria en el país. También lo hicieron en marzo, a través de una caminata en Miami y Houston, Texas.
Los reclamos van asentados en que ellos salieron huyendo de una dictadura asesina y fueron mal procesados en los puertos de entrada.
Willy Allen, abogado de inmigración muy consultado por Martí Noticias, ha explicado que los cubanos que recibieron el I-220 tienen una situación complicada, debido a que “a algunos les marcaron la primera casilla sin fecha de corte”, señaló.
Pero aún es más enredada para aquellos que tienen marcada la segunda casilla, pues corresponde a quienes cruzaron la frontera de forma ilegal y luego se entregaron a las autoridades.
Desde este medio explican que algunos jueces ya reconocen el I-220A en cualquiera de sus variantes como una entrada válida para aplicar a la Ley de Ajuste Cubano, pero la decisión final aún está en manos del gobierno estadounidense.
Se calcula que unos 800 mil cubanos se encuentran en un limbo migratorio con el I-220A, y temen a la deportación luego de que la Junta Superior de Apelaciones de Inmigración de EE. UU. (BIA) desestimara en septiembre del pasado año la opción de considerar ese formulario como documento válido para obtener una residencia migratoria legal en el país.
Los abogados y políticos cubanoamericanos han asegurado que una deportación masiva no es viable para el gobierno federal, pero los cambios tras las próximas elecciones abren muchas interrogantes para aquellos que presentan esta condición.
La congresista cubanoamericana María Elvira Salazar ha expresado en varios momentos que sigue trabajando para lograr que esas miles de personas puedan solicitar la residencia permanente a través de la Ley de Ajuste cubano.
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