Un hombre de 36 años declarado en muerte cerebral en Estados Unidos despertó durante una cirugía de extracción de órganos para donación.
El insólito suceso se ha dado a conocer ahora a raíz de una investigación en curso, aunque incidente se remonta a octubre de 2021.
El caso ha reavivado el debate sobre los protocolos para declarar la muerte cerebral en los hospitales estadounidenses.
Anthony Thomas 'TJ' Hoover II fue declarado clínicamente muerto en el hospital Baptist Health, en Richmond, Kentucky, tras sufrir una sobredosis de drogas que acabó en un paro cardíaco.
Los médicos informaron a su familia que carecía de actividad cerebral y decidieron desconectarlo del soporte vital.
El personal del hospital comunicó a la familia que Hoover había dado su consentimiento para la donación de órganos, y se iniciaron los preparativos.
Sin embargo, cuando los cirujanos se preparaban para extraer sus órganos para la donación, Hoover mostró inesperadamente signos de vida, lo que obligó a suspender el procedimiento.
Comenzó a moverse y a llorar, lo que sorprendió tanto a su familia como al equipo médico.
A pesar de las salvaguardas que el sistema de obtención de órganos en EE.UU. asegura tener para evitar estos eventos, la familia de Hoover ha puesto en tela de juicio los protocolos existentes, resaltando la necesidad de reformas.
El hospital Baptist Health emitió un comunicado asegurando que la seguridad del paciente es su prioridad; mientras que Afiliados de Donadores de Órganos de Kentucky (KODA) defendió su actuación, afirmando que siguen procedimientos estrictos.
No obstante, la familia de Hoover ha decidido hacer pública la historia con la esperanza de que su testimonio impulse cambios y prevenga futuros casos similares.
Medios estadounidenses reseñan que una posible explicación médica estaría relacionada con las sustancias que provocaron la sobredosis de Hoover, las cuales podrían haber ralentizado el daño neurológico o interferido con las pruebas que miden la actividad cerebral.
En casos de intoxicación grave, el metabolismo cerebral puede disminuir, haciendo que los signos de vida aparezcan más tarde de lo esperado. La hipotermia u otros factores también podrían haber contribuido a una recuperación tardía de la actividad cerebral, lo cual es extremadamente raro.
Este caso ha generado la apertura de una investigación estatal y federal para examinar si los protocolos actuales para la donación de órganos en EE.UU. son adecuados en circunstancias excepcionales.
Las autoridades están revisando cada paso del proceso que llevó a considerar a Hoover como candidato para la donación, mientras aún presentaba signos vitales.
Actualmente, TJ Hoover sigue con vida y su hermana se encarga de cuidarlo durante su recuperación. Aunque continúa teniendo problemas de memoria, habla y movilidad, su condición mejora y lleva una vida cada vez más normal.
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