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Un cubano de apenas 18 años se quitó la vida en la mañana del martes en la ciudad de Santiago de Cuba, según dio a conocer en redes sociales el periodista Yosmany Mayeta.
El fallecido, identificado como Harold David Torres Rojas, residía en el bloque Q del reparto Micro 7, en el distrito José Martí.
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Harold se habría suicidado en el patio trasero de su vivienda utilizando un cinto. La noticia ha generado inmensa conmoción dada la juventud de la víctima, que apenas comenzaba a vivir.
No están claras las causas que llevaron a Torres Rojas a tomar una decisión tan radical, aunque la citada fuente citó algunas versiones que sostienen vecinos y personas con cierto conocimiento del caso.
El cadáver del joven se encuentra en cámara fría, a la espera de la llegada de familiares que se unirán al último adiós a Harold antes de proceder a su sepultura.
“Era nuestro vecinito. Muy querido por todos. Un buen niño. Todavía no creo lo que ha pasado. Es muy triste. Lo llevaremos en nuestros corazones. Que Dios lo tenga en un bonito lugar. Mis condolencias para su familia y amigos”, indicó una vecina entre cientos de mensajes de condolencias.
“Que descanses en paz, Davicito. Lo conozco era buen muchachito y su papá David también, buen vecino y gran padre”, añadió otra residente en la zona que lo conocía.
“Yo le di clases. Buen muchacho”, lamentó un internauta que aseguró haber sido su profesor.
Hasta el cierre de esta nota no hay otros detalles sobre el lamentable hecho.
El suicidio, una crisis silenciosa que afecta a cientos de miles de personas cada año
El suicidio es un fenómeno complejo y trágico que afecta a millones de personas en todo el mundo cada año.
Es la decisión consciente de acabar con la propia vida, y generalmente es el resultado de un intenso sufrimiento emocional o mental que se siente como insoportable. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que, aproximadamente, más de 700,000 personas mueren por suicidio cada año, lo que lo convierte en una de las principales causas de muerte a nivel global.
El suicidio es multifactorial y puede ser el resultado de una interacción compleja de factores psicológicos, sociales, biológicos y ambientales. Entre los factores de riesgo más comunes se encuentran:
-Trastornos mentales: La depresión, la ansiedad, el trastorno bipolar y otras condiciones de salud mental son factores clave. De hecho, alrededor del 90% de las personas que se suicidan padecen de algún trastorno mental.
-Factores socioeconómicos: Situaciones como el desempleo, la pobreza, las deudas y la exclusión social pueden aumentar el riesgo.
-Factores familiares y personales: Un historial de abuso físico, emocional o sexual, así como antecedentes familiares de suicidio, incrementan las probabilidades.
-Acceso a medios letales: El acceso a armas de fuego, pesticidas o cualquier otro método letal aumenta considerablemente el riesgo.
-Aislamiento social: Sentimientos de soledad o desconexión social, así como la falta de redes de apoyo, son desencadenantes importantes.
Señales de Advertencia
Existen diversas señales que pueden alertar sobre una posible ideación suicida. Entre ellas se encuentran:
-Hablar sobre el deseo de morir o de sentirse una carga para los demás.
-Desesperanza y sentimientos de inutilidad.
-Cambios drásticos en el comportamiento, como la retirada de actividades cotidianas, el aislamiento social o la apatía.
-Dar señales de despedida, como regalar pertenencias o resolver asuntos pendientes.
-Abuso de sustancias como alcohol o drogas.
Es importante tomar en serio cualquier comentario o señal de alerta, ya que muchas personas que están contemplando el suicidio pueden no pedir ayuda explícitamente, pero pueden mostrar uno o varios de los citados síntomas.
La prevención del suicidio requiere un enfoque integral y multidisciplinario que involucre a la sociedad, las familias, los profesionales de la salud y las políticas gubernamentales.
Algunas estrategias incluyen:
-Atención a la salud mental: Es fundamental promover el acceso a servicios de salud mental accesibles y efectivos, que incluyan terapias y tratamientos que aborden los trastornos de salud mental.
-Fortalecer el apoyo social: Crear redes de apoyo, tanto familiares como comunitarias, puede ser clave para que las personas se sientan acompañadas y comprendidas.
-Restricción de acceso a medios letales: Eliminar o restringir el acceso a medios letales, como pesticidas o armas de fuego, ha demostrado ser una medida eficaz en la reducción de suicidios.
-Campañas de sensibilización: Educar a la población para reducir el estigma asociado con los problemas de salud mental y fomentar la empatía y comprensión hacia quienes enfrentan pensamientos suicidas.
-Líneas de ayuda y apoyo: Los servicios de asistencia telefónica y digital pueden proporcionar apoyo inmediato a las personas en crisis.
Uno de los mayores desafíos en la prevención del suicidio es el estigma que lo rodea. Muchas personas que experimentan pensamientos suicidas no buscan ayuda debido al temor al juicio o la incomprensión.
La sociedad debe trabajar para crear un ambiente en el que las personas se sientan seguras al hablar sobre su salud mental y recibir el apoyo que necesitan.
Aviso: Si tú o alguien que conoces está enfrentando pensamientos suicidas, busca ayuda y habla urgentemente con un profesional de la salud.
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