La catástrofe provocada por el paso del huracán Oscar por el Oriente de Cuba deja imágenes preocupantes que reflejan la magnitud de un desastre del que todavía no se tienen las cifras definitivas.
Así lo testimonió el artista visual guantanamero Daniel Ross Diéguez, testigo directo del drama que viven los vecinos de San Antonio del Sur, Guantánamo, ya sea por la pérdida y destrucción de sus hogares, o por la angustia de tener familiares desaparecidos.
Aunque las autoridades solo han cuantificado e identificado a siete víctimas mortales, la población sospecha que ese número es mayor, teniendo en cuenta el número de familias que todavía buscan a los suyos.
La búsqueda de desaparecidos se ha extendido a las costas del sur de la provincia, donde, según Ross Diéguez, se ha podido ver a un helicóptero sobrevolando en busca de personas que hayan podido ser arrastradas por las aguas de las inundaciones.
“He visto un helicóptero buscando personas por la costa, en el mar. Hasta hace unos días, solo un cadáver han encontrado, me han dicho los pobladores y testigos de la playa”, dijo el artista guantanamero este sábado en una publicación de Facebook.
Según su reporte, en la región permanecen varias zonas incomunicadas. “Hay mucha inundaciones y pantanos de fango aún. Logré ir hasta el Valle de Caujerí. Imposible aún Imías”, dijo Ross Diéguez.
“Los padres del niño héroe que se salvó nadando en Macambo, aún no han sido encontrados. Acá está muy nublado y empezó a llover”, señaló.
El "niño héroe" al que hizo referencia Ross Diéguez es Abram Daniel González Hernández, el adolescente de 12 años de edad que fue rescatado por miembros del Consejo de Defensa Municipal con una grave herida en la pierna y fue atendido en el Hospital Pediátrico Provincial Pedro Agustín Pérez de Guantánamo.
“Se me soltó la mano de mi mamá. Ahí fue cuando me di un golpe con una mata de coco. Me aguanté, pude subir y pasé frío”, relató Abram Daniel en un emotivo testimonio sobre los instantes terribles en que se zafó de su madre y la perdió de vista.
Abram Daniel se lanzó del cocotero al escuchar que su tronco crujía como si fuera a partirse. Ahí fue que se hizo la herida en la pierna. Al caer nuevamente a la corriente provocada por las inundaciones y crecidas de las aguas, el menor fue arrastrado hacia el mar.
“Me fui mar adentro”, relató. En su esfuerzo por sobrevivir, el niño contó que vio “dos piedras” donde las olas no “rompían tan fuerte” y por ahí pudo subir a tierra firme.
Su testimonio confirma la posibilidad de que otras víctimas, como su madre, pudieran haber desaparecido en el mar, razón por la cual las autoridades habrían activado la búsqueda de personas en el litoral.
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