"Nada como volver a abrazar a mamá": Cubano regresa a la isla y sorprende a su madre en plena calle

En un video que se ha vuelto viral, un cubano compartió el emotivo momento de reencontrarse con su madre en Cuba después de tiempo separados. La escena transcurre en una calle de su barrio: él corre hacia ella con toda la emoción del mundo, mientras ella, al verlo, se queda casi en shock, como si no pudiera creer que lo tiene ahí, de vuelta en casa.

Junto a las imágenes, @odnierquesada5 escribió: "Nada como volver a abrazar a mamá... pero qué duro volver a dejarla por un tiempo."

Las reacciones de otros cubanos en redes no tardaron en llegar. Muchos se sintieron identificados, recordando sus propios reencuentros o expresando el deseo de vivir ese abrazo tan esperado. “Esos videos me ponen a pensar de todo lo que he pasado en la vida para poder echar pa'lante a la familia, como todos los cubanos que estamos aquí en”, comentó un usuario, mientras que otra persona decía: “Esperando mi momento de abrazar así a mi mamá”.

La nostalgia y el amor en los mensajes de quienes extrañan a sus seres queridos son palpables: “Yo estoy loco por ese abrazo, hermano”; “Abrace mucho, que ya yo no la tengo y no quisiera ir a Cuba porque ese vacío cuando yo llegue a mi casa no va a ser fácil para mí”; “Cuantos cubanos estamos esperando ese momento, llevo 6 años y todavía no ha llegado mi momento, ese abrazo es la mejor bendición”.

La mezcla de emociones es inevitable, con usuarios que compartían sus lágrimas: “Me sacaste las lágrimas, men”; “Estos videos no son aptos para cardíacos, mezcla de alegría y tristeza, y más para los que, desgraciadamente, la hemos perdido”. Para muchos, estos reencuentros renuevan las ganas de seguir luchando: “Esos abrazos de mamá te dan más fuerzas qué ganas de vivir ese momento”.

Este video ha hecho que tantos cubanos se abran en comentarios, compartiendo lo que sienten y esperando, como dicen algunos, que “me llegue mi día”. Los que han vivido el reencuentro saben que “lo viví, te reinicia la vida”, y otros lo miran como una meta en el horizonte: “El día que pueda volver a abrazar a mi mamá dormiré tranquila”.