El gobierno cubano aseguró que no se han registrado brotes de enfermedades diarreicas ni respiratorias en los cuatro municipios de Guantánamo afectados por el huracán Oscar, que azotó al extremo oriental de Cuba hace poco más de una semana, provocando severas inundaciones y la muerte de al menos siete personas, según cifras oficiales.
La doctora Gretza Sánchez Padrón, directora general de Higiene, Epidemiología, y Microbiología, del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), dijo al periódico oficialista Granma que, hasta este martes, “no se detectaron incidencias ni brotes de enfermedades diarreicas agudas” en los territorios golpeados por el huracán, aunque sí “casos aislados que no han precisado hospitalización”.
Sánchez aseguró que, igualmente, no se han registrado brotes de enfermedades respiratorias, y acotó que “eso no disminuye el rigor de la vigilancia epidemiológica y la lucha antivectorial que en cada territorio se implementa”.
La información trasciende días después de que el doctor Francisco Durán, director nacional de Epidemiología del MINSAP, advirtiera sobre el incremento del riesgo de enfermedades en Guantánamo, la región más afectada por las inundaciones que causaron las lluvias asociadas al huracán.
En una entrevista en la televisión nacional, Durán señaló que, tras ver las imágenes de los efectos de Oscar y recibir información de los equipos de trabajo, se imponían “medidas sanitarias urgentes, especialmente en cuanto al agua”, por lo que recomendó hervirla y usar tabletas de cloro, cuya distribución dijo ya se estaba gestionando en las áreas afectadas.
Al respecto, Sánchez aseguró este martes que en todas las áreas de salud se entrega a los residentes tabletas de cloro para potabilizar el agua en las viviendas y doxiciclina para prevenir la leptospirosis.
La funcionaria del MINSAP informó, además, que promotores de salud y personal de la Cruz Roja Cubana instruyen a las personas sobre la preparación de las sales de rehidratación oral, la importancia de la inspección autofocal en las viviendas y otros hábitos higiénico-sanitarios que, “en situaciones de esta índole, resultan decisivos”.
Añadió que se están controlando las fuentes de agua, con la Empresa de Acueducto y Alcantarillado, y la Inspección Sanitaria Estatal está supervisando la calidad e inocuidad de los alimentos en el comercio mayorista y minorista, los establecimientos gastronómicos de todas las “formas de gestión” y los donativos que se están entregando a los damnificados.
Días atrás, Durán también insistió en que las comunidades afectadas por el huracán debían desecharse los alimentos en mal estado y cocinar adecuadamente los que aún sean aptos para el consumo.
Aunque alertó que las enfermedades diarreicas, respiratorias y digestivas podrían manifestarse de inmediato, advirtió que el riesgo de dengue y fiebre del Oropouche aumentaría en las siguientes semanas debido al incremento de criaderos de mosquitos.
El epidemiólogo subrayó que la crisis sanitaria se agrava en el país, donde más de 17,000 pacientes estaban ingresados a mediados de este mes, muchos en cuidados intensivos, debido a la epidemia de dengue que afecta a la mayor parte de Cuba.
En 14 provincias se registran casos de dengue, mientras que el virus de Oropouche ha sido detectado en 15.
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