Los Ángeles Dodgers lograron coronarse campeones de la Serie Mundial de las Grandes Ligas (MLB) por octava vez en su historia, después de vencer a los Yanquis de Nueva York en un emocionante quinto juego.
Con un marcador final de 7-6, los Dodgers cerraron la serie con ventaja de 4-1, y alcanzaron la gloria en el icónico Yankee Stadium.
La hazaña fue marcada por una épica remontada en la que los angelinos lograron revertir un 0-5 en contra, mostrando su carácter de campeones, según EFE.
El partido fue una auténtica batalla campal, con los Yanquis tomando la delantera temprano. Aaron Judge rompió el hielo en el marcador con un cuadrangular en la primera entrada.
Le siguieron la contribución de Jazz Chisholm Jr. y un imparable de Alex Verdugo, que colocaron a los neoyorquinos con una cómoda ventaja de 5-0 en las primeras entradas.
Giancarlo Stanton, con su séptimo jonrón de la postemporada, amplió aún más la diferencia, y el público en el Yankee Stadium vibraba con la ventaja que parecía difícil de revertir para los Dodgers.
Sin embargo, los de Los Ángeles, liderados por figuras estelares como Freddie Freeman y el dominicano Teoscar Hernández, no se dieron por vencidos.
En la quinta entrada, el equipo de Dave Roberts aprovechó errores defensivos de los Yanquis y, tras un sencillo de Mookie Betts y un indiscutible de Freeman, lograron un rally de cinco carreras que igualó el marcador. Este momento fue decisivo y provocó un giro inesperado en el partido.
En la sexta entrada, los Yanquis volvieron a tomar ventaja con una carrera anotada por Juan Soto gracias a un elevado de sacrificio de Stanton. No obstante, los Dodgers lograron darle la vuelta al marcador en la octava entrada, con elevados de sacrificio de Gavin Lux y Mookie Betts, quienes remolcaron las carreras que eventualmente definirían el destino del juego y de la serie.
La responsabilidad de mantener la ventaja recayó en el bullpen de los Dodgers. Blake Treinen lanzó 2.1 entradas en blanco para asegurar el juego, y Walker Buehler fue el encargado de cerrar en la novena, logrando el salvamento y asegurando así la victoria final para los Dodgers.
Gerrit Cole, lanzador abridor de los Yanquis, tuvo una destacada actuación sin permitir hits hasta la quinta entrada, pero los errores defensivos y una desconcentración en la primera base permitieron a los Dodgers capitalizar y anotar sus primeras cinco carreras.
Freddie Freeman, quien fue pieza clave durante toda la serie, fue nombrado Jugador Más Valioso (MVP) de la Serie Mundial. El californiano, quien tuvo un desempeño notable con cuatro jonrones y doce carreras impulsadas en la serie, se mostró emocionado al recibir el premio. “Esto es todo, no estaría aquí sin el apoyo de todos mis compañeros”, expresó Freeman, visiblemente conmovido.
Con esta victoria, los Dodgers celebran su segundo título bajo la dirección de Dave Roberts, consolidando su lugar en la historia del béisbol y demostrando una vez más el espíritu de un equipo de campeones.
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