La temporada de inscripción para los seguros médicos en Estados Unidos está en pleno apogeo y muchos ciudadanos se preguntan qué pasará con el Obamacare cuando Donald Trump asuma la presidencia en enero de 2025.
Desde el 1 de noviembre y hasta el 15 de diciembre, millones de personas deberán decidir si renuevan su seguro médico bajo el programa de la Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA, por sus siglas en inglés), también conocida como Obamacare, o si optan por otros planes disponibles en el mercado.
Esta ley, implementada en 2010 durante la administración de Barack Obama, ha sido clave para ampliar el acceso a la atención médica en el país, beneficiando actualmente a cerca de 40 millones de estadounidenses.
Sin embargo, el futuro de Obamacare podría cambiar bajo el nuevo mandato de Donald Trump, quien desde su primera campaña en 2015 ha prometido sustituir el programa con una alternativa "mejor y menos costosa".
Durante su primer mandato no logró derogar la ley, y en 2020 su administración solicitó a la Corte Suprema que revocara el Obamacare, argumentando que era insostenible y perjudicial para la economía estadounidense.
A pesar de los intentos fallidos, Trump continúa en su empeño por modificar el sistema de salud pública, aunque sus propuestas hasta el momento han sido vagas, poco concretas.
Durante el debate presidencial en septiembre, cuando se le preguntó sobre su programa para reemplazar el Obamacare, Trump mencionó que tenía los "conceptos para un plan", sin dar mayores detalles. "Solo lo cambiaría si se nos ocurre algo que sea mejor y menos costoso", afirmó.
Además de su posición en torno a Obamacare, Trump ha manifestado su intención de reducir fondos para ciertos aspectos de la salud reproductiva y programas de ayuda médica, lo que afectaría a millones de beneficiarios.
El expresidente ha declarado abiertamente su oposición al financiamiento de servicios relacionados con la transición de género y la atención al aborto, proponiendo que las instituciones médicas que ofrezcan estos servicios pierdan su acceso a fondos federales.
Esto ha despertado preocupación entre defensores de derechos humanos y salud pública, quienes advierten que tales recortes debilitarían la capacidad de atención médica para poblaciones vulnerables.
A medida que se acerca la fecha de cierre para la inscripción de seguros médicos, los ciudadanos deben ser cautelosos en sus decisiones.
Es recomendable realizar cualquier renovación o cambio de seguro únicamente a través de agencias confiables y evitar compartir información personal en llamadas comerciales para reducir el riesgo de estafas.
El futuro de Obamacare, popular entre las personas de bajos ingresos por su asequibilidad, sigue siendo incierto bajo la próxima administración de Trump.
La posibilidad de recortar fondos federales podría debilitarlo y limitaría el acceso a atención médica para millones de personas.
Los estadounidenses deben aprovechar el periodo de inscripción actual y evaluar las mejores opciones para el año 2025. Lo más probable es que nada cambie en este período, pero con Trump nunca se sabe qué puede pasar mañana.
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