El paso del huracán Rafael provocó severos daños a la agricultura en las provincias de Artemisa y Mayabeque, dos de las mayores productoras de alimentos en Cuba.
Según informó el Ingeniero Yohan García Rodas, director General de Agricultura del Ministerio de la Agricultura, el evento meteorológico ha afectado de manera significativa las principales siembras de estos territorios, los cuales abastecen gran parte de los alimentos consumidos en La Habana, citó el portal oficialista Cubadebate.
Las pérdidas son especialmente graves en Artemisa, donde se reportan daños en el 100% de las 9,000 hectáreas de plátanos cultivadas en la provincia, explicó el funcionario.
Este cultivo, de gran importancia para la alimentación de la población, ha quedado severamente afectado por los fuertes vientos y las intensas lluvias asociadas al huracán, dijo. Imágenes que circulan en redes sociales muestran la devastación en estas plantaciones.
Además, las 3,800 hectáreas de yuca también sufrieron daños considerables, aunque las pérdidas en Mayabeque fueron relativamente menores.
García Rodas destacó que, antes de la llegada de Rafael, la campaña de frío en la región iba a buen ritmo, con más de 9,500 hectáreas sembradas de diversos cultivos, incluidas más de 14 hectáreas de plátanos y 8,000 hectáreas de yuca.
Sin embargo, tras el paso del huracán, gran parte de estas tierras productivas quedaron en ruinas, lo que afectará gravemente la oferta de alimentos en los próximos meses en una isla ya muy golpeada por el hambre y el difícil acceso a los alimentos.
Desde el jueves, equipos de trabajo comenzaron a evaluar los daños en cultivos, árboles frutales y casas de cultivo en toda la región. Entre las áreas más afectadas se encuentran Güira de Melena, San Antonio de los Baños, Alquízar y la propia Artemisa.
En particular, se reportaron daños en las más de 1,000 hectáreas de hortalizas destinadas al abastecimiento de La Habana en el fin de año. Aunque varias casas de cultivo sufrieron afectaciones en sus estructuras metálicas, los techos fueron preservados en su mayoría, lo que facilita su recuperación, detalla la publicación.
A pesar de estos esfuerzos, la situación sigue siendo crítica. En particular, el frijol, que había comenzado a sembrarse en septiembre, sufrió pérdidas de 700 hectáreas, lo que representa un fuerte golpe para la producción en el inicio de la campaña de frío, subraya.
Las autoridades cubanas están rediseñando la estrategia agrícola y anunciaron que en los próximos meses priorizarán cultivos de ciclo corto, que requieren menos tiempo para crecer y puedan sembrarse rápidamente. Además, la campaña de la papa, que debería comenzar la próxima semana, se mantiene como una de las prioridades para asegurar el abastecimiento de alimentos en los primeros meses de 2024.
Este panorama agrícola se suma a una situación ya compleja, que ha sido reiteradamente señalada por el ministro de la Agricultura, Ydael Pérez Brito, quien ha advertido sobre la grave crisis alimentaria que atraviesa el país, marcada por una caída en la producción de proteínas, la escasez de insumos y el déficit de combustible para la maquinaria agrícola.
Además, la agricultura cubana enfrenta problemas estructurales como el envejecimiento de la población rural, la falta de fuerza laboral y los impagos a los productores, que dificultan aún más la recuperación del sector.
La crisis de la agricultura cubana, que ya venía arrastrando problemas antes del impacto del huracán Rafael, parece ser una de las mayores preocupaciones del gobierno, dado que la falta de alimentos sigue afectando a la población, en especial en lo que respecta a la producción de proteínas animales como carne de cerdo, huevos y pollo.
El huracán Rafael impactó el occidente cubano el miércoles con categoría 3.
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