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Cuba enfrenta una transformación demográfica significativa, marcada por un rápido envejecimiento de su población, debido -entre otras causas- a la disminución en los nacimientos y el creciente éxodo migratorio.
El panorama luce tan gris que al cierre de 2023, el 24,4% de los cubanos tenía 60 años o más, según los datos expuestos por la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) en el reporte “El envejecimiento de la población. Cuba y sus territorios 2023”.
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Como no es secreto para nadie, la cifra refleja -sin paños tibios- dos realidades: el impacto de una baja natalidad persistente y una migración en aumento de personas en edades económicamente activas.
El documento de la ONEI deja claro un incremento de 9,7 puntos porcentuales en la población mayor de 60 años en las últimas dos décadas. Esto ha modificado significativamente la estructura demográfica del país.
De acuerdo con la agencia EFE, valiéndose de las estadísticas de la investigación, entre 2021 y 2023, el número de cubanos mayores de 60 años aumentó un 3%, mientras que la población de 15 a 59 años se redujo casi un 12%.
Además, la población menor de 15 años también disminuyó un 6%, y todas estas variaciones han afectado la Relación de Dependencia Demográfica (RDD), que mide la proporción de personas en edades dependientes (menores de 15 años y mayores de 60) en relación con la población activa.
Dicha relación pasó de 606 dependientes por cada mil personas activas en 2021 a 681 en 2023, lo cual incrementa la presión sobre la economía y los servicios sociales del país. Es decir, más gastos para un estado en crisis y que, por demás, tiene en los subsidios una alta demanda monetaria.
Justamente, la situación se agrava en un contexto de crisis económica y una emigración sin precedentes, lo que ha llevado a una reducción drástica de la población en la isla.
Ya en 2023, el vicejefe de la ONEI, Juan Carlos Alfonso Fraga, indicó que la "población efectiva" del país había caído por debajo de los 10 millones, un descenso alarmante desde los 11 millones en 2021.
Expertos independientes, como el demógrafo Juan Carlos Albizu-Campos, sostienen que la cifra real podría ser incluso menor, estimando una población de 8,62 millones, expuso la citada agencia.
A pesar de estos datos, Alfonso Fraga ha instado a no "dramatizar" el envejecimiento poblacional, asegurando que la baja en los nacimientos "no es un tema menor", pero insistiendo en que el país debe adaptarse y trabajar con esta realidad para desarrollarse.
El futuro demográfico de Cuba presenta desafíos complejos para su desarrollo económico, con un número creciente de adultos mayores que requieren de un sistema de apoyo sólido y la posible necesidad de reformas para contrarrestar la disminución de la fuerza laboral joven.
Mientras, la mayoría de los cubanos, en medio de un sinfín de necesidades, las cuales crecen conforme pasa el tiempo, prefiere abandonar la nación en busca de oportunidades -que no nuevas porque pocos tienen actualmente- y mejores condiciones de vida.
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