En el corazón del barrio de Palatino, en La Habana, entre las calles Vía Blanca y Armonía, se encuentran los restos de una de las antiguas fábricas de cerveza de Cuba: La Cervecería Tívoli.
Este lugar en sus tiempos de esplendor fue una de las grandes productoras de cerveza en Cuba. Hoy es un espacio deteriorado, fragmentado. Es otra ruina del pasado industrial cubano.
La Cervecería Tívoli fue fundada en la segunda mitad del siglo XIX y se consolidó como una competidora importante en el mercado cubano. En 1910, la famosa Cervecería La Tropical la adquirió y absorbió sus marcas y procesos industriales.
El usuario de Facebook José Jiménez en una publicación asegura que esta cerveza cubana "cosechó premios en Europa y Estados Unidos".
Entre los más significativos estaban: "Los Grandes Premios en las Exposiciones Internacionales de Londres, en 1896, y Bruselas en 1897; Diploma y Gran Premio en la Exposición Internacional del Progreso, París, 1912; Medalla de Oro en la Exposición de Agricultura e Industrias de La Habana, en 1909 y 1911; Medalla de Bronce en la Exposición de San Luis, 1904, y sus medallas se exhibieron en la antigua etiqueta".
Los edificios administrativos de la Cervecería La Tropical se encontraban en la Calzada de Palatino esquina a Atocha y fueron inaugurados en 1920. La compañía tenía un acueducto privado que llevaba el agua de los manantiales de San Jerónimo hasta la fábrica Tívoli en Palatino.
En la década de 1930, La Tropical lanzó al mercado la Maltina Tívoli Vitaminada, que tuvo una gran aceptación entre los cubanos.
La producción de cerveza en Cuba era próspera y estuvo relacionada con la historia de la primera fábrica de hielo en el país. Entre las marcas más populares destacaban Polar, Hatuey y Cristal. En la década de 1960 estas compañías fueron nacionalizadas.
Poco a poco el edificio que fue la sede original de la Cervecería Tívoli entró en decadencia, fue modificando sus funciones y quedando relegado a otros usos.
Hoy, la antigua fábrica está dividida en múltiples unidades y alberga a diversas empresas y actividades. Uno de los principales ocupantes es SERVIRTE, una empresa que suministra materiales de construcción.
Además, en la zona hay un rastro donde se procesa piedra y una pequeña empresa dedicada a la producción de pan y dulces. En lo que antes fueron espacios industriales, ahora también se encuentran algunas viviendas. Otra parte de la fábrica ha sido adaptada para funcionar como parqueo y almacén.
Las ruinas que quedan de la Cervecería Tívoli muestran un escenario de abandono, con escombros y vegetación creciendo en sus alrededores. Persisten algunos elementos arquitectónicos que recuerdan su pasado glorioso, como detalles en piedra de las estructuras ornamentales de su entrada.
También quedan vestigios de antiguos escudos o emblemas, probablemente utilizados en su época para resaltar la elegancia y distinción de esta marca de cerveza cubana.
La Tívoli fue reconocida por su cerveza tipo Munich oscura y la Maltina Tívoli, ha quedado en la memoria de los cubanos como un símbolo de la rica tradición cervecera del país. En los terrenos de su fábrica solo quedan las ruina que cuentan una historia de progreso, producción y orgullo nacional que ya no existe.
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