El presidente electo Donald Trump tiene entre sus prioridades la puesta en marcha de un plan migratorio que busca restringir significativamente la entrada de migrantes a Estados Unidos y en este proyecto prevé eliminar dos mecanismos que han sido clave para la llegada de cubanos al país norteño.
Según reporte de Político y declaraciones de fuentes cercanas al equipo de transición, Trump planea eliminar el programa de parole humanitario, que actualmente beneficia a ciudadanos de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Haití, así como el sistema de citas de la aplicación móvil CBP One.
Estos programas fueron introducidos por la Administración Biden como una alternativa legal para que ciertos migrantes ingresaran a Estados Unidos de forma controlada, siempre que contaran con patrocinadores en el país y pasaran los respectivos controles de seguridad en la frontera.
Hasta agosto, más de 530,000 personas habían utilizado el parole humanitario para establecerse en Estados Unidos con permisos temporales de residencia y trabajo por dos años.
Trump, durante su campaña, calificó estos programas como parte de una política "blanda" en materia migratoria y prometió endurecer las regulaciones desde su primer día en la Casa Blanca.
Noticias Univisión entrevistó al abogado de inmigración Ismael Labrador, radicado en el sur de Florida, quien señaló que estas medidas son viables desde el punto de vista legal, ya que el presidente electo tiene amplios poderes bajo la rama ejecutiva.
Sin embargo, también anticipó que es probable que estas acciones enfrenten desafíos legales similares a los ocurridos en la primera Administración de Trump, cuando intentó poner fin al Estatus de Protección Temporal (TPS) para más de 300,000 personas, lo que resultó en demandas que lograron frenar la medida.
En esta ocasión Trump no quiere fallos. Tom Fitton, activista conservador, indicó que la nueva administración contempla declarar una emergencia nacional para implementar deportaciones masivas utilizando recursos militares.
El uso de la aplicación CBP One, que facilitaba la programación de citas para solicitar asilo, también está en la mira del nuevo gobierno.
Este sistema fue criticado por los republicanos que lo consideraron una vía para acelerar la entrada de migrantes, mientras que organizaciones internacionales como Amnistía Internacional lo calificaron de restrictivo y contrario al derecho internacional.
La inminente llegada de Trump a la presidencia en enero, ya está generando un aumento en los cruces ilegales en la frontera sur, con migrantes que buscan ingresar al país antes de que las nuevas políticas entren en vigor.
Las nuevas medidas de Trump buscan reducir drásticamente la inmigración, aumentar las deportaciones y renegociar acuerdos con otros países para facilitar la devolución de migrantes. Los próximos meses serán decisivos, tanto en términos de implementación como de posibles desafíos legales de sus proyectos.
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