Este miércoles se celebró el juicio por el atropello y muerte del joven santaclareño Adrián Rodríguez García, de 19 años, abandonado en la carretera por el chofer de la motoneta que se lo llevó por delante el 31 de diciembre de 2023. Para sorpresa del entorno del joven fallecido, la defensa del conductor solicita de tres a cuatro años de cárcel, mientras la Fiscalía le pide nueve años (ocho por el atropello y uno por el abandono de personas en situación de vulnerabilidad). Además, lo inhabilitan para conducir vehículos y le reclaman una indemnización para la familia del fallecido de 9 mil 400 pesos cubanos (28 USD al cambio de hoy: 1 USD=328 CUP).
El entorno de la víctima salió completamente roto del Juzgado. El caso no es solo un homicidio imprudente cometido por Robeisy Pedrozo Gómez, el chofer que atropelló y mató a Adrián Rodríguez. Hay más. Después de arrollarlo, lo dejó tirado en la carretera y omitió el deber de socorro; no tenía licencia de conducir cuando ocurrieron los hechos y las autoridades lo sorprendieron seis días después del atropello intentando escapar de Cuba por el aeropuerto José Martí, de La Habana.
Durante el juicio, el círculo más cercano al joven fallecido vivió un momento muy duro al ser testigo de las miradas y risas cómplices entre el chofer acusado de homicidio y su novia. No percibieron una gota de arrepentimiento en él. "Era como si no hubiera matado a una persona, sino a un animal", comentó una fuente cercana a la víctima.
La familia de Adrián Rodríguez lo visitó el mismo día que éste falleció. Cuatro horas después de abandonar la unidad militar donde el joven hacía el servicio, los llamaron para decirles que su hijo había muerto. Ellos nunca entendieron por qué lo dejaron salir a la calle, en lugar de darle pase para celebrar en su casa esa fecha tan importante para las familias cubanas. El muchacho ya había terminado el tiempo reglamentario de servicio militar, pero lo castigaron y lo obligaron a quedarse cuatro o cinco días más. Fue en ese plazo extraordinario que le quitaron la vida. Ninguno de los militares de la unidad ha sido investigado tras el suceso.
El joven fallecido era muy creyente. Siempre iba con su Biblia a todas partes. Caía mal a los jefes de la unidad porque era muy activo. Durante el tiempo que estuvo en el servicio militar fue operado de apendicitis y cuatro meses después de la cirugía, un militar se le sentó encima y lo obligó a hacer planchas, según el testimonio que dio su entorno a CiberCuba.
Son muchos los jóvenes cubanos que en el último año han perdido la vida mientras hacían el Servicio Militar. Uno de ellos fue Flavio Alonso Piedra, de 20 años. Cumplía 21 años este 24 de agosto. Lo encontraron de rodillas, con el cuello hacia atrás y los ojos muy abiertos. Tenía una AKM en las manos, pero en la unidad dicen que se ahorcó con su cinto. En el entorno del joven no se creyeron la versión oficial. La Policía estuvo investigando lo ocurrido.
En junio pasado, otro joven que pasaba el Servicio Militar en Santa Clara se suicidó cuando lo trasladaban por la fuerza a Matanzas. Personas del entorno del fallecido aseguran que pese a tener informes médicos que desaconsejaban su ingreso en el Servicio Militar, fue llamado a filas y trasladado de Santa Clara a Matanzas para trabajar seis meses en la construcción. En el trayecto avisó a su novia de que no iba a ninguna parte. Nadie ha asumido la responsabilidad por lo ocurrido.
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