Cientos de personas han reaccionado al ver la entrada del hotel Torre K-23, en pleno corazón de El Vedado, la cual ya quedó al descubierto luego de que retiraran los andamios colocados delante de la fachada.
Más allá de la pertinencia de levantar una megaconstrucción dedicada al turismo mientras la ciudad se cae a pedazos, el edificio no ha causado un impacto positivo en quienes lo han visto.
Las críticas y las burlas en el post de Facebook de CiberCuba reflejan el rechazo que ha suscitado el hotel en la población, que esperaba un diseño a tono con la arquitectura del entorno y de sus hermosas construcciones de los años 40 y 50.
Uno de los primeros que comentó fue el humorista Andy Vázquez. "Que alguien diga que esa cosa está lista. Un crematorio es lo que parece. Bueno, del socialismo, porque hasta los crematorios aquí en la Yuma son lindos", expresó.
"Visto desde mi casa parece un ataúd", afirmó una vecina de la zona.
"Luce como un tipo grande con zapatos que no le vienen", expresó un residente en Miami.
"Quizás nos regalen una sorpresa y será que ese gran edificio funcionará como un gran panel solar que abastecerá a toda La Habana de la esperada solución energética. ¡Bravo por tan brillante solución!", ironizó un anciano.
"Parece la parte trasera de un almacén donde botan la basura en contenedores", dijo un pinareño.
"Una fábrica tiene más glamour que eso", aseguró un ingeniero.
"Qué belleza, felicidades, qué bueno que hubo dinero para gastar en esa construcción, quizás no era suficiente para hacer una termoeléctrica", ironizó una internauta.
"Parece cualquier cosa menos la entrada de un hotel, si me hubiesen preguntado sin decir qué es diría que la entrada de un almacén mayorista. (...) es feo, un cajón rectangular sin ningún atractivo", señaló otro.
"Cuando estén en apagón ahí tienen su arbolito de Navidad", expresó con sarcasmo un joven.
"La entrada de cualquier hotel hecho después de 1959, como por ejemplo, el Hotel Guantánamo, es mucho más acogedora que esta. Ni se puede decir más bella, porque esta de bella no tiene nada. Parece cualquier cualquier remiendo de fachada como los que se hacen para dividir en dos una vivienda...", comentó una mujer.
Recientemente el arquitecto Maurys Alfonso Risco aseguró que la Torre K-23 es como un "puñal en el paisaje de La Habana", un gran bloque que incumple las regulaciones urbanas de El Vedado y causa problemas a sus vecinos.
"El diseño es trasnochado, con fachadas tecnológicas pero sin gracia, que incumplen principios básicos de nuestra arquitectura tropical, como el uso de terrazas cubiertas, aleros o persianas para protección solar”, señaló Alfonso.
Otro aspecto negativo es su impacto en el skyline de la ciudad. "Es más alta que el obelisco a José Martí, algo que nunca debió permitirse. Si se hubiera construido en una zona baja de La Rampa, sería menos agresiva para la imagen urbana", añadió el experto.
La Torre K-23 de La Habana ha generado polémica por simbolizar las desigualdades en Cuba. Mientras el régimen priorizó esta gran inversión el pueblo sufre carencias cotidianas sin poder satisfacer necesidades básicas.
En plataformas como Facebook, los usuarios cubanos rebautizaron el edificio con singulares nombres como El Mirador de la Miseria, La Torre de Mordor, La Torre de la Soberbia, La Súper Caja de Fósforo, Hotel Voltus V y Gran Hotel que Nadie Pidió.
Con 154 metros de altura y 42 pisos que albergan 565 habitaciones de categoría cinco estrellas, el hotel será gestionado por la compañía española Iberostar.
Este proyecto, financiado con capital totalmente cubano, ha enfrentado numerosos desafíos desde que comenzó su ejecución en 2018, inicialmente planificada para concluir en 2022.
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