En un contexto turístico que se prepara para la temporada alta, el hotel Meliá Las Antillas, en la famosa playa de Varadero, ha generado polémica con una reciente declaración sobre la creación de una zona exclusiva en su playa, destinada solo a turistas alemanes.
Este cambio ha provocado cuestionamientos sobre el futuro de la gestión pública de las playas cubanas, un tema sensible dado el historial de la llamada Revolución Cubana, que a nivel discursivo prohibió la privatización de estos espacios naturales.
El diario oficialista Girón informó que el subdirector general del hotel, Yoel Luis Hernández Lantigua, destacó en una reciente entrevista los esfuerzos por mejorar la infraestructura del establecimiento, incluyendo la instalación de sombrillas y tumbonas, así como la renovación de diversas áreas.
Sin embargo, entre las medidas anunció la creación de un área de playa exclusiva para turistas alemanes, un segmento que, según él, tiene "requerimientos especiales".
Esta zona privada, en un tramo de mar recientemente calificado como "el mejor del mundo" por el Centro Internacional de Formación en Gestión y Certificación de Playas (CIFPLAYAS) y la Universidad Federal do Rio Grande, echa por tierra el discurso del régimen sobre mantener "una postura firme contra la privatización de estos espacios", considerándolos patrimonio de todos los cubanos y asegurando que el acceso a las playas fuera libre y abierto para todos, sin distinción de origen o nacionalidad.
Las playas, que forman parte de los recursos naturales más importantes del país, fueron protegidas bajo una política de acceso público, en un intento de evitar que el "capitalismo y la explotación turística" condicionaran el disfrute de estos espacios por parte de la población local.
La reciente exclusividad para turistas extranjeros, especialmente alemanes, en un sector de la playa del Meliá Las Antillas, parece contradecir esa histórica postura.
El hotel Meliá Las Antillas, que opera bajo la gestión conjunta de Cubanacán y la compañía española Meliá, busca atraer a los mercados emisores más grandes de la isla, como Rusia, Canadá y, por supuesto, Alemania.
La víspera, el régimen confirmó que está lejos de alcanzar su meta para este año en el sector turístico, pues solamente han arribado al país 2.4 millones de visitantes en lo que va de año.
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