“Mi viaje a Cuba esta vez me marcó muchísimo; traigo el alma rota, el corazón partido, sentimientos encontrados, de lo que fue Cuba a lo que es. Me impresionó muchísimo la gente, la situación que tiene Cuba… literal, no tengo palabras”, así describió Rosylen (@rosalbaherrera1694) lo que vivió en su más reciente visita a la isla, un recorrido que la dejó profundamente marcada y con una tristeza que no logra superar.
En su testimonio, Rosylen compartió también fotos junto a su familia y reflexionó sobre lo duro que fue enfrentarse a la realidad actual de su tierra natal. “Mi viaje a Cuba para ver a mi familia fue un viaje cargado de emociones y me traje el corazón desecho pero rebosado de energía”, escribió en un mensaje lleno de nostalgia.
Al mostrar imágenes aéreas de La Habana desde el avión, confesó que este viaje fue diferente, mucho más doloroso. “La comida cuesta el doble o más de lo que vale aquí. Lo único que hago es llorar”, añadió en respuesta a uno los comentarios que le dejaron
Su mensaje provocó una avalancha de reacciones en TikTok, donde muchos compartieron sus propios dolores tras visitar la isla y reflexionaron sobre la situación. “Y me rompiste, tu voz cuando se quebró”; “Así mismo vine yo, me pasé una semana llorando”; “Las personas están muy delgadas, quemadas por el sol de estar buscando algo de comer, con la tristeza y el desencanto en el rostro y el alma”; “Mi hijo me dijo cuando regresó el sábado: ‘Mamá, dejé la mitad de mi vida en Cuba’. Mi abuela, mi hermana… regresó muy deprimido”; “Dios te bendiga. El que da lo que le sobra no da nada, el que comparte lo que tiene es bendecido”; “Yo fui hace poco y regresé igual, pero escucharte me rompe de nuevo”; “Cuba necesita ser libre”; “El pueblo cubano le gusta vivir así”; “Nunca dejaré de ayudarlos, nunca”; “La dictadura es la culpable, pero hay muchos allá y aquí también que la defienden”; “El que tiene familia allá resuelve rápido, pero a los que nos queda carne y sangre nos toca ocuparnos y bien”; “La situación en Cuba está tan mala que hay que mandarles hasta oxígeno para que sigan viviendo”; “Yo me pasé tres días llorando al regresar, uno quisiera poder hacer más”; “Cada día que pasa es un reto infrahumano”; “Escucharte me rompió. Yo voy en unos días y ya estoy mal”.
El impacto de sus palabras ha resonado más allá de sus seguidores habituales. Muchos reflexionaron sobre la responsabilidad de quienes están fuera, no solo para ayudar a sus familias, sino también para buscar un cambio profundo en la isla.
Cuba sigue siendo una herida abierta para quienes tuvieron que emigrar, y videos como el de Rosylen son un recordatorio del dolor que significa dejar atrás a los suyos sabiendo lo mucho que padecen cada día.
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