En medio de la creciente crisis energética en Cuba, los aeropuertos del país enfrentan serias dificultades para garantizar la seguridad operativa y la continuidad de sus servicios. A pesar de la inestabilidad del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), el Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana ha intentado mantenerse operativo.
Este aeropuerto, el más importante del país, ha optado por el uso de sistemas de respaldo eléctrico propios para garantizar la operatividad de sus terminales, especialmente durante los apagones masivos que afectan a la isla. Sin embargo, la utilización constante de estos sistemas, que se supone deben activarse solo en emergencias, conlleva un alto riesgo de fallas inesperadas debido al desgaste acelerado de los generadores y a la posible escasez de combustible.
En octubre de 2022, la aerolínea American Airlines suspendió cinco de sus seis vuelos programados al Aeropuerto Internacional José Martí debido a la imposibilidad de operar con normalidad tras los apagones. Según la aerolínea, el fallo en los sistemas tecnológicos de chequeo de pasajeros afectó su capacidad para registrar a los viajeros. La situación generó una gran congestión de pasajeros varados en la terminal de La Habana y en el Aeropuerto Internacional de Miami.
Durante el mes de agosto de 2023, se reportó otro apagón que paralizó por completo el Aeropuerto Internacional José Martí, dejando inoperativos los sistemas de cintas transportadoras de equipaje, las pantallas de información de vuelos y los puntos de chequeo de pasajeros. Los viajeros denunciaron la falta de comunicación oportuna por parte de las autoridades, lo que provocó retrasos generalizados en las salidas de vuelos. La Empresa Cubana de Aeropuertos y Servicios Aeroportuarios (ECASA) no emitió explicaciones inmediatas, lo que generó una mayor sensación de incertidumbre entre los pasajeros.
Las imágenes recientes del Aeropuerto José Martí completamente a oscuras tras un apagón masivo evidencian la fragilidad del esquema de respaldo energético en Cuba. La interrupción afectó las operaciones de vuelo, dejando a los pasajeros en la incertidumbre, y generó críticas en redes sociales, donde se cuestionó la eficacia de los sistemas de respaldo eléctrico. Aunque la Corporación Cubana de Aviación aseguró que los sistemas de respaldo estaban operativos, las imágenes difundidas mostraron a la terminal sumida en la oscuridad.
Aunque las autoridades aseguran que los 10 aeropuertos internacionales del país cuentan con respaldo energético para garantizar todos los servicios a los aviones, las imágenes difundidas por usuarios en redes sociales muestran una realidad preocupante. El riesgo de que un fallo en el sistema de respaldo provoque interrupciones en la iluminación de las pistas o en la comunicación con las aeronaves pone en peligro la seguridad operacional de los vuelos internacionales.
Otro evento destacado ocurrió el 4 de diciembre de 2024, cuando el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) sufrió una desconexión total, afectando a todas las provincias de Cuba, incluida La Habana. En esta ocasión, el Aeropuerto Internacional José Martí intentó mantener sus operaciones activas utilizando generadores de respaldo, logrando garantizar la llegada de 37 vuelos internacionales, según informaron las autoridades.
Los aeropuertos cubanos también enfrentan problemas de seguridad física. La falta de iluminación en los accesos viales que conducen a las terminales aeroportuarias ha sido reportada en múltiples ocasiones. Los conductores de taxis y viajeros han denunciado intentos de asalto en las cercanías del Aeropuerto Internacional José Martí, especialmente en las horas nocturnas. La falta de iluminación, combinada con la ausencia de videovigilancia activa durante los apagones, pone en riesgo la seguridad de los pasajeros que se desplazan hacia o desde la terminal.
Las afectaciones por la crisis energética no se limitan solo a la operatividad, sino también a la seguridad de los pasajeros y los bienes. La falta de energía afecta los controles de seguridad, como los escáneres de equipaje y los detectores de metales, que dependen de la electricidad para su correcto funcionamiento. Esto podría dejar expuestas brechas de seguridad, ya que la vigilancia electrónica, incluyendo las cámaras de seguridad, se ve interrumpida durante los cortes eléctricos. La reducción de la capacidad de control de acceso también genera preocupación sobre la posible ocurrencia de robos y otras irregularidades dentro de las terminales aéreas.
En conclusión, los apagones en los aeropuertos cubanos no solo afectan la operación de los vuelos, sino que también comprometen la seguridad de los pasajeros y la protección de los bienes. La dependencia continua de sistemas de respaldo como fuente principal de energía no es sostenible a largo plazo, ya que provoca un desgaste acelerado de los generadores y aumenta el riesgo de fallos críticos. Además, la escasez de combustible representa un peligro inminente, pues cualquier interrupción en el suministro dejaría a los aeropuertos sin capacidad operativa.
Cada día de operación bajo esta lógica de emergencia permanente representa un acto de equilibrio precario, donde cualquier fallo en el suministro eléctrico, una avería en los generadores o la falta de combustible puede hacer que todo se derrumbe. Cuba está caminando en la cuerda floja, apostando por la continuidad operativa sin abordar las causas de fondo: la dependencia excesiva de sistemas de respaldo, la escasez de combustible y la falta de una infraestructura eléctrica estable. Esta situación no solo compromete la seguridad de los pasajeros y las operaciones de vuelo, sino que también pone en duda la confianza de las aerolíneas internacionales en la capacidad de Cuba para gestionar sus aeropuertos de forma segura y eficiente.
Preguntas Frecuentes sobre la Seguridad y Operatividad de los Aeropuertos Cubanos
¿Cuál es la situación actual de seguridad en los aeropuertos cubanos durante los apagones?
La seguridad en los aeropuertos cubanos se ha visto comprometida debido a los apagones constantes. La falta de energía afecta los controles de seguridad, como los escáneres de equipaje y los detectores de metales, que dependen de la electricidad para su correcto funcionamiento. Esto genera brechas de seguridad y aumenta el riesgo de delitos y accidentes.
¿Cómo afecta la crisis energética a la operatividad de los aeropuertos en Cuba?
La crisis energética en Cuba afecta gravemente la operatividad de los aeropuertos, especialmente durante los apagones masivos. Los sistemas de respaldo eléctrico están constantemente en uso, lo que provoca un desgaste acelerado de los generadores y aumenta el riesgo de fallos críticos. Esto genera retrasos en vuelos y afecta la seguridad y puntualidad de los servicios.
¿Qué medidas se están tomando para garantizar la operación de los aeropuertos durante los apagones?
Para garantizar la operación de los aeropuertos durante los apagones, se utilizan generadores eléctricos de respaldo. Sin embargo, la constante dependencia de estos sistemas no es sostenible a largo plazo debido al desgaste y la posible escasez de combustible. La falta de una infraestructura eléctrica estable sigue siendo un problema crítico.
¿Cuál es el impacto de los apagones en la relación con las aerolíneas internacionales?
Los apagones han afectado negativamente la relación con las aerolíneas internacionales, ya que dependen de la estabilidad operativa de los aeropuertos para planificar sus itinerarios. La falta de confianza en la capacidad de los aeropuertos cubanos para operar de manera segura y eficiente podría llevar a las aerolíneas a reducir o cancelar vuelos, como ocurrió con American Airlines en 2022.
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