Miguel Díaz-Canel, primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC) y gobernante designado, volvió a sorprender a todos durante su reciente visita a Guantánamo, donde los ritmos ancestrales de la Isla se adueñaron de su esqueleto.
Luego de una jornada de inspección a las labores de recuperación tras el paso del huracán Oscar, el gobernante escuchó el llamado del tingo talango y decidió cerrar su agenda con un toque especial: "echando un pasillo" en el Consejo Popular de San Justo, tal y como recogieron las cámaras de Solvisión.
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De la gestión a la coreografía
En medio de un contexto marcado por la escasez y la devastación provocada por el huracán, Díaz-Canel demostró esa capacidad única tan suya para "conectar" con el pueblo: liderar la "continuidad" a ritmo de música popular.
“La agroecología y la cultura deben ir de la mano”, declaró, mientras ejecutaba un improvisado giro digno de aplauso en el guateque rodeado de guatacones. La frase la recogió el medio oficialista Venceremos.
La audiencia, compuesta por funcionarios, promotores culturales y vecinos que aún lidiaban con techos caídos y calles inundadas, aplaudió con asombro este despliegue artístico-gubernamental, ante la atenta mirada de los guardaespaldas del "puesto a deo", disfrazados de funcionarios, promotores culturales y vecinos.
Baile como estrategia de gobierno
No es la primera vez que Díaz-Canel utiliza el baile como herramienta política. Desde aquel polémico guaguancó en un acto oficial hasta su histórico casino en Nueva York junto a su esposa y "no primera dama" Lis Cuesta Peraza, el mandatario ha consolidado su reputación como "rey de la pista" al borde del abismo.
¿Será que el ritmo es parte del nuevo manual de gestión pública? Fuentes no confirmadas aseguran que ya se discute incluir areítos y changüís como asignaturas obligatorias en las escuelas de cuadros del Partido.
Un paso adelante, dos atrás
Durante su visita a Guantánamo, Díaz-Canel también se interesó por la situación de servicios básicos como agua potable y recogida de desechos sólidos, aspectos que enfrentan desafíos crónicos.
"Que la comunidad proponga cuál problema resolver primero", indicó, delegando responsabilidades con la misma gracia con la que llevó el paso del nengón, un ritmo cuya simplicidad, al parecer, "corrige distorsiones y reimpulsa la economía" por obra y gracia de toques mágicos de marímbula.
Un gobierno en clave de sol
El recorrido en San Justo culminó en la finca San Pedrito, donde Díaz-Canel elogió la producción agrícola local y destacó la limpieza del área cultivada, exclamando: "¡Esto sí es agro con cultura de verdad!".
En un país donde la realidad del poder desafía constantemente la lógica, Díaz-Canel y sus asesores creen haber encontrado en el baile una manera singular de liderar la "continuidad", a pesar de la famosa tiesura de cadera del dictador Fidel Castro.
Entre apagones, colas, inflaciones y huracanes, su filosofía parece clara: si no puedes resolverlo, al menos báilalo. Y así, mientras el pueblo lucha con el día a día, el gobernante sigue el paso que le marca GAESA... enajenado del compás de las necesidades del país.
Historia de un gobernante guarachero
A lo largo de los años, Miguel Díaz-Canel ha protagonizado numerosos episodios relacionados con la música y el baile.
En 2018, fue grabado bailando casino con su esposa Lis Cuesta durante un evento en Nueva York. Meses después, apareció tocando la tumbadora junto al grupo de JG Almeida en una celebración diplomática en Estados Unidos.
En 2020, sorprendió al público bailando en un concierto de Descemer Bueno en el Teatro Karl Marx, donde se le vio disfrutando del espectáculo musical. También se le vio bailando en un acto oficial en 2022, en medio de las críticas provocadas por la crisis económica que enfrentaba el país.
Además, imágenes inéditas de 2022 lo muestran celebrando en una fiesta privada junto a miembros de la familia Castro y otros altos funcionarios. El evento incluyó música en vivo y un ambiente festivo que contrastaba con la situación de escasez que sufría gran parte de la población.
Mientras el país avanza hacia el abismo a pasos agigantados, gracias a su inepta gestión, Díaz-Canel y la prensa oficialista recurren a la propaganda para proyectar una imagen de cercanía y popularidad de un "líder" que pareciera estar celebrando su último vals en los salones climatizados de Palacio.
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