El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel volvió a asegurar que la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) es "la más representativa del mundo".
En su discurso de clausura del cuarto período ordinario de sesiones de este órgano de gobierno, el también primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC) defendió la composición del parlamento unipartidista de Cuba, afirmando que refleja con autenticidad la diversidad del pueblo cubano.
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"Quienes le piden democracia a Cuba sin tener idea de lo que piden, vean a estas mujeres y hombres que viven y enfrentan las mismas dificultades que sus vecinos", declaró Díaz-Canel. Además, resaltó la diversidad de los integrantes de la ANPP, y expresó su llamativa creencia de que no existe "otra asamblea en el mundo con miembros que se parezcan más al pueblo que representan".
“Jóvenes y menos jóvenes, blancos, negros, mulatos, mestizos todos, obreros, campesinos, maestros, médicos, economistas, artistas, intelectuales, deportistas, cuentapropistas, innovadores, científicos… No creo que exista otra asamblea en el mundo con los miembros que se parezcan más al pueblo que representan”, dijo el gobernante designado por el general Raúl Castro.
Sin embargo, las afirmaciones de Díaz-Canel han sido constantemente objeto de críticas tanto dentro como fuera de la isla.
A pesar de los esfuerzos del régimen por proyectar una imagen de inclusión, las voces opositoras y expertos internacionales cuestionan la autenticidad de esta representación. La ANPP está compuesta exclusivamente por miembros afines al PCC, lo que limita el espectro ideológico y excluye opiniones críticas.
Un parlamento que se precie de ser representativo debe reflejar la pluralidad de ideas, visiones y posturas políticas que caracterizan a una sociedad diversa. En las democracias, esta pluralidad se garantiza mediante elecciones libres, pluripartidismo y libertad de expresión.
De este modo, los distintos grupos sociales y políticos pueden debatir, proponer y oponerse, construyendo un sistema que verdaderamente represente los intereses colectivos, respetando la diversidad. En contraste, la ANPP opera bajo un esquema donde todas las decisiones están validadas por el PCC, eliminando cualquier posibilidad de disenso o debate real.
La representación no debe limitarse a una composición que refleje factores demográficos como raza, género u ocupación. Aunque estos elementos son importantes, carecen de significado si no están acompañados de la libertad para expresar ideas críticas o proponer alternativas.
Más que uniformidad partidista, una Asamblea verdaderamente representativa requiere y necesita diversidad política, tolerancia hacia las diferencias y mecanismos efectivos para que las voces del pueblo se conviertan en acciones legislativas tangibles. Esto es algo que, según analistas y críticos, está ausente en el modelo cubano, donde el control absoluto limita cualquier posibilidad de verdadera representación popular.
Informaciones anteriores publicadas por CiberCuba han destacado cómo el Parlamento cubano opera bajo un sistema que garantiza la unanimidad en las votaciones.
En 2024, la Asamblea aprobó todas las medidas presentadas por el Ejecutivo sin un solo voto en contra, una situación que siempre denuncia la sociedad civil como ejemplo de la falta de un verdadero debate interno.
Este comportamiento se repite año tras año, tal como se reportó en 2021, cuando Díaz-Canel utilizó la ANPP para negar categóricamente que existieran niños presos en Cuba, a pesar de las denuncias internacionales y familiares que revelaban casos de menores encarcelados tras las protestas masivas del 11 de julio.
Además, el discurso sobre la "autenticidad" de la democracia cubana también ha sido cuestionado debido a la falta de mecanismos para la participación ciudadana real. En 2021, durante un momento de alta tensión social, Díaz-Canel calificó a Cuba como una "rara dictadura" en respuesta a las críticas internacionales, minimizando las quejas del pueblo sobre la falta de derechos y libertades políticas.
Otro punto de crítica ha sido la falta de transparencia en los procesos de selección de los diputados. Aunque Díaz-Canel defiende la diversidad de ocupaciones y razas en el Parlamento, los opositores subrayan que todos los candidatos son colocados con el visto bueno del PCC, lo que elimina cualquier posibilidad de competencia o representación independiente.
Inspirado por la máxima de Joseph Goebbels (ministro para la Ilustración Pública y Propaganda del Tercer Reich de Adolf Hitler) de que “una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad”, el régimen totalitario comunista -que impera en Cuba desde hace más de 60 años mediante su imposición violenta- insiste en proyectar a la ANPP como un ejemplo de democracia y representación, para de esa forma “legitimarse”.
Sin embargo, la falta de un verdadero debate político, la ausencia de participación real y la exclusión de voces críticas convierten a la ANPP en un instrumento al servicio de los intereses del PCC, más que del pueblo que dice representar, algo que denuncian de forma creciente la sociedad civil cubana y los organismos internacionales.
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