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La Unión Eléctrica de Cuba (UNE) emitió este sábado su habitual nota informativa, corroborando que el panorama crítico en el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) sigue siendo la realidad que aguarda a los cubanos, más allá de los espejismos proyectados la víspera por el régimen en el Malecón habanero.
Tras la celebración de la llamada Marcha del Pueblo Combatiente, convocada por el gobernante Miguel Díaz-Canel y organizada por el régimen cubano como acto propagandístico, el SEN registró afectaciones severas que alcanzaron un déficit de generación de 1,619 MW en su punto máximo.
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Según el comunicado de la UNE, el servicio eléctrico estuvo interrumpido durante las 24 horas de este viernes debido al déficit de capacidad de generación. La situación resultó especialmente lesiva en las provincias de Cuba, donde se reportaron apagones de hasta 21 horas a lo largo de la jornada.
Para este viernes, la UNE pronostica “una disponibilidad de 1,660 MW y una demanda máxima de 3,080 MW, para un déficit de 1,420 MW, por lo que de mantenerse las condiciones previstas se pronostica una afectación de 1,490 MW en este horario”.
Para el horario de la media, se prevé una afectación de 800 MW, con mayor impacto en las regiones centro y oriental del país debido a la alta transferencia de energía hacia estas zonas.
Las averías en varias centrales térmicas, como las unidades de las CTE Felton, Renté y Mariel, agravan la situación. Además, la generación distribuida se ve afectada por la falta de combustible, con 79 centrales fuera de servicio que representan 480 MW de capacidad perdida.
La Marcha del Pueblo Combatiente, celebrada este viernes, fue criticada por analistas y ciudadanos como un despliegue de recursos que podrían haberse destinado a abordar problemas urgentes como la crisis eléctrica.
Esta movilización forma parte de una estrategia del régimen para desviar la atención de los problemas estructurales del país, incluyendo el deterioro del SEN.
Mientras el régimen prioriza actos simbólicos como la marcha, los cubanos enfrentan un día a día marcado por apagones prolongados y una infraestructura energética que parece estar al borde del colapso. La falta de soluciones concretas y el manejo ineficiente de los recursos solo aumentan el escepticismo y el descontento popular frente a la situación actual.
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