El humorista, guionista, presentador y empresario cubano Otto Ortiz fue el invitado especial en el primer episodio del podcast 'Rigoterapia', conducido por el actor y humorista Rigoberto Ferrera. Durante la entrevista de aproximadamente 45 minutos, Ortiz repasó momentos clave de su carrera, abordó sus buenos momentos en la televisión cubana pero también los obstáculos que enfrentó, y compartió detalles de su faceta como empresario.
Ortiz destacó su pasión por la escritura de humor, confesando que disfruta más crear que actuar. "Hago humor para meter la cara, porque los escritores no suelen ser reconocidos", afirmó. Recordó su participación en teleplays, como guionista y actor, "dentro del tono de comedia estaban muy bien, y tú participaste en muchos de ellos", dijo al entrevistador. En televisión además trabajó con el director Pulido en producciones donde, según él, "todos eran lo mismo, lo que cambiaba era el nombre". Sin embargo, resaltó que una de las experiencias más gratificantes fue su participación en la sección "El Tity y el Nene", la cual era bien recibida por el público debido a su espontaneidad en horario estelar.
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Posteriormente, Otto se trasladó al Canal Habana, donde condujo un programa de entrevistas tipo 'late night show'. Esta etapa la consideró una de las más exitosas de su carrera en pantalla chica, pero admitió que su error fue aceptar la propuesta de la Televisión Nacional para hacer un formato similar. "Ahí las cosas me empezaron a ir mal", confesó, señalando la presión constante de "demasiados asesores" y la censura que enfrentó. "Son mucha gente arriba de ti: por qué dijiste esto, por qué dijiste lo otro", relató. Esta situación, sumada a las críticas del público, afectó su desempeño. "La gente es muy dura, decían que yo imitaba a Alexis Valdés, cuando ese tipo de programa es algo que existe desde hace mucho en la televisión". Reconoció que su última etapa en la TV no fue buena y lamentó haber dejado el Canal Habana: "Yo hubiese seguido en el Canal Habana y todavía estuviera ahí".
Un punto importante de la conversación fue la censura que enfrentó con el teleplay "Helado Tropical", una comedia sobre tres ingenieros que cocinaban sopa en restaurantes para ganar dinero extra. "Tenía jodedera, tenía crítica, pero fue censurado", relató Ortiz, evidenciando las limitaciones que enfrentan los creadores en la televisión cubana.
Otto también se refirió a sus inicios en el humor, recordando sus días en la CUJAE, donde asegura que "de allí salió la misma cantidad de humoristas que de políticos". También abordó su conocido conflicto con la ESEN, relacionado con la pérdida de su carro en un accidente hace cinco años. Hasta la fecha, el vehículo no ha sido sustituido, pero mostró cierto optimismo: "Con las nuevas noticias del gobierno, puede que me lo den antes de que acabe el año".
En su faceta de empresario, Otto contó que es dueño de una pizzería, un negocio que asegura le da estabilidad financiera cuando el humor no genera los ingresos esperados. "Seguramente eso me viene de mi padre, que era dulcero", comentó con humor. Admitió que, a diferencia del humor, donde nunca ha hecho concesiones, en el mundo empresarial ha tenido que "dialogar con inspectores" para mantener el negocio a flote.
Finalmente, también habló de su pasión por el béisbol y el softbol, deportes que juega en un equipo de cómicos, aunque confesó no ser el mejor en el campo. "Mi juego es formar lío", bromeó, relatando algunas anécdotas de encuentros competitivos con otros equipos.
Con esta entrevista, Otto Ortiz revela una visión sincera de su carrera, las dificultades de la censura en la televisión cubana, su rol de empresario y su pasatiempo deportivo, dejando claro que, aunque el humor es su pasión, la persistencia y la adaptación también son parte esencial de su trayectoria.
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