Marcos Antonio Hernández Alcaraz, General de Brigada de la Reserva del régimen cubano, falleció este lunes en La Habana a los 81 años, según dio a conocer el oficialista diario Granma, que no dio a conocer la causa del deceso.
Durante más de cinco décadas, Hernández Alcaraz desempeñó funciones clave en el aparato represivo cubano, entre ellas la de Jefe de La Dirección de Establecimientos Penitenciarios del Ministerio del Interior (MININT).
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Marcos Antonio Hernández Alcaraz se integró a las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) en 1964, donde ascendió rápidamente debido a su desempeño operativo en áreas estratégicas como la Contrainteligencia Militar. En ese ámbito lideró acciones reconocidas por las altas esferas del régimen.
Cumplió dos misiones internacionalistas en Angola, donde las tropas cubanas participaron bajo los intereses geopolíticos de la extinta Unión Soviética.
Esas campañas consolidaron su reputación como un operativo influyente en los órganos de seguridad y defensa del régimen cubano.
En 1989, Hernández Alcaraz amplió su rol en el MININT, asumiendo responsabilidades como Jefe de Provincia y liderando direcciones claves, entre ellas Contrainteligencia y Establecimientos Penitenciarios.
Su experiencia en esas áreas fue determinante en el fortalecimiento de los mecanismos de control interno, especialmente durante los años noventa, un periodo marcado por la profunda crisis económica conocida como el "Período Especial".
A lo largo de su carrera, fue reconocido con múltiples distinciones.
Entre las más destacadas figuran: la Medalla Conmemorativa XX Aniversario del Moncada, la Distinción Ignacio Agramonte, la Medalla Combatiente Internacionalista de segunda clase, las Medallas por los 40, 50 y 60 Aniversarios de las FAR.
Recibió también reconocimientos por su trayectoria en los Órganos de la Seguridad del Estado y del Orden Interior.
El citado medio de prensa informó que los detalles sobre las honras fúnebres de Marcos Antonio Hernández Alcaraz serán comunicados próximamente.
La muerte de Hernández Alcaraz se suma a una lista creciente de comandantes y generales fallecidos en los últimos años.
El deceso de viejos generales cubanos y otros "históricos" expone la urgencia de un relevo generacional que podría abrir el camino a los cambios que el país tanto necesita.
Esos altos mandos, formados en la rigidez ideológica y militar de un sistema que ha mantenido a Cuba en un estancamiento político y económico, simbolizan un pasado que ha sofocado cualquier intento de apertura o reforma significativa.
En el listado figuran, entre otros: Jorge Luis Guerrero Almaguer (general de división de la reserva); Lázaro Delgado Chaple (coronel y segundo jefe de la Dirección de Identificación, Inmigración y Extranjería del MININT); Romárico Vidal Sotomayor García, general de división; Juan Israel Cervantes Tablada, general de brigada y director de la Unión de Industrias Militares (UIM).
En septiembre, falleció a los 85 años el General de Cuerpo de Ejército, Ramón Espinosa Martín, quien se desempeñaba como viceministro primero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).
En días recientes murió, además, Julio Camacho Aguilera, comandante histórico del régimen, fallecido el pasado 14 de diciembre a los 100 años.
Preguntas frecuentes sobre la muerte de altos mandos militares en Cuba y su impacto
¿Quién era Marcos Antonio Hernández Alcaraz y cuál fue su rol en el régimen cubano?
Marcos Antonio Hernández Alcaraz fue un General de Brigada de la Reserva en Cuba, destacado por su participación en el aparato represivo del régimen. Durante más de cinco décadas, desempeñó funciones clave, incluyendo la jefatura de la Dirección de Establecimientos Penitenciarios del Ministerio del Interior (MININT) y lideró acciones de contrainteligencia militar. También participó en misiones internacionalistas en Angola, bajo los intereses de la Unión Soviética.
¿Por qué la muerte de generales cubanos es relevante para el futuro del país?
La muerte de generales cubanos como Marcos Antonio Hernández Alcaraz expone la urgencia de un relevo generacional que podría abrir el camino a los cambios que el país necesita. Estos altos mandos, formados en la rigidez ideológica y militar del régimen, simbolizan un pasado que ha impedido intentos de apertura o reformas significativas en Cuba.
¿Qué impacto tiene el fallecimiento de estos líderes militares en el régimen cubano?
El fallecimiento de líderes militares históricos como Hernández Alcaraz y otros generales destaca la fragilidad del sistema actual y la necesidad de renovación en las estructuras de poder. Su desaparición deja un vacío que podría facilitar un proceso de transición hacia políticas más abiertas, aunque el régimen aún mantiene un control férreo del poder.
¿Cuál es la percepción pública sobre estos decesos y su relación con el régimen cubano?
La percepción pública sobre la muerte de estos generales es mixta, con creciente descontento entre la población que asocia estos decesos con décadas de represión y falta de transparencia. La opinión pública espera que estos cambios generacionales conduzcan a reformas necesarias que mejoren las condiciones políticas y económicas del país.
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